¿Merece la pena ver en directo un partido de la NBA?
Hace unas semanas, durante uno de mis viajes a Nueva York, me acerqué a visitar a unos amigos que viven en Boston. Ellos me tenían preparada una sorpresa que me dejó con la boca abierta. Sabían que me gusta mucho el baloncesto americano, así que decidieron invitarme a un partido de la mejor liga del mundo, la NBA. Por supuesto me dieron una gran alegría pero... ¿Merece la pena ver en directo un partido de la NBA?
Evidentemente, el ambiente y la posibilidad de ver a uno de los grandes equipos o franquicias de la NBA es en sí mismo una plan apetecible, pero hoy quiero contaros con detalles cómo fue este día que para mí se ha convertido en una experiencia inolvidable.
La ciudad de Boston alberga una de las franquicias estrella de la NBA, los Boston Celtics, que es el equipo de baloncesto que además tienen en su haber más campeonatos de la NBA. Haber podido ver un partido de los Celtics en su estadio es algo que no olvidaré jamás.
El estadio
El estadio de los Boston Celtics, llamado TD Garden, es un tremendo edificio que ocupa un lugar importante en la ciudad. Aunque sea enorme, no resulta demasiado bonito por fuera. Es gris, plano, cuadrado, enorme y simple. Pero lo mejor sin duda está dentro.
Para entrar al estadio te hacen controles de metales bastante rigurosos. Ya sabéis que los americanos para el tema de la seguridad son estrictos y además pueden ponerse un poco “asertivos”, así que, si alguna vez queréis entrar en un estadio de baloncesto, os aconsejo estar lo más tranquilos y pacientes posibles con ellos. Esto sería aplicable también a otros espectáculos como un partido de baseball o de su football americano.
El estadio por dentro es espectacular. Está lleno de murales y posters gigantescos de los mejores jugadores de la historia de los Celtics. Todo está decorado de verde y blanco, los colores del equipo, y no hay ningún detalle del que no se hayan preocupado.
También me sorprendió la cantidad de puestos de comida y de servicios que vendían para los tiempos intermedios entre los cuartos o para cualquier otro momento en el que a cualquier fan le apeteciese tomarse un descanso o comer. Había muchísimos, parecía aquello un centro comercial. Pero pasemos al partido.
El partido: Orlando Magic vs Boston Celtics
Este era el partido al que mis amigos me habían invitado a ver. La entrada para el partido, que habían comprado con más de dos meses de antelación, costó apenas 23 dólares y la compraron en la web de los Celtics. No se trataba de una entrada a pie de pista obviamente pero el precio me pareció muy barato, en comparación a lo que suele costar un partido de fútbol en España, y teniendo en cuenta la importancia del baloncesto de la NBA como espectáculo.
Quizás en el precio intervino que se trataba de un partido que no era importante. Para situaros, -por si no seguís la NBA-, los Celtics en ese momento eran terceros de la Conferencia Este, mientras que los Orlando Magic ya no tenían ninguna posibilidad de clasificarse a los llamados Playoffs, en los que se pone en juego el título de la NBA.
A priori, era un partido que no tenía muchísima emoción (esa era la razón del bajo precio también), aunque para mí fue todo un espectáculo. Como siempre hemos visto en la tele, antes de empezar el partido una cantante de ópera cantó el himno nacional de EEUU. Después el speaker presentó uno a uno a todos los jugadores de los Celtics. Tras unos minutos de calentamiento comenzó el partido.
El partido estuvo, hasta el tercer cuarto, muy igualado, y resultó muy emocionante. En cuanto los Celtics metían un triple, los Orlando Magic respondían con otro. Poco a poco, los Celtics iban tomando una pequeña ventaja, pero que podía resultar bastante efímera si los Magic anotaban dos triples seguidos.
El ambiente era genial. En monitores gigantescos se pedía a los aficionados que animasen a su equipo. Sobre todo en defensa, cuando los Magic atacaban. Todos los jugadores de la NBA son profesionales, pero esa demanda de animar a que jueguen mejor te hacía sentir muy involucrado en el partido. Cuando más gritaba la gente era cuando la estrella local, el pequeño base Isaiah Thomas, anotaba alguna canasta.
Al final del partido acabó con más de 25 puntos en un fantástico partido de este jugador. El encuentro lo ganaron los Celtics por más de 10 puntos de ventaja, lo que ayudó al equipo a asegurar en ese momento la 3ª plaza de la Conferencia Este.
Otros momentos que disfrutarás si ves en directo un partido de la NBA
Además de la belleza intrínseca del partido, hay otros espectáculos asociados a los deportes americanos, que también me encantaron: el primero fue el de la cámara que iba moviéndose entre los asistentes. Para aquel partido, los organizadores iban a dar un premio al mejor fan del partido. Para ello, si te apuntaba la cámara estabas obligado a hacer algo gracioso. A nosotros afortunadamente no nos tocó, pero vimos gente muy divertida.
Es similar a la Kiss camera o cámara del beso que "obliga" a los que encuadra a besarse en público -clásica en partidos de football americano- y otras cámaras que cazan a los que atrapan una bola de baseball cuando sale lanzada fuera del campo de juego.
También nos encantó y pusimos toda nuestra atención en los bailes de las animadoras entre los distintos tiempos. Son bailes espectaculares, con muchos saltos y piruetas. Hay veces que su espectáculo puede resultar más emocionante que el propio partido. Una verdadera pasada.
Por último, también quiero destacar la imagen del hombre disfrazado de leprechaun que es la mascota del equipo de los Celtics. Por desgracia como era una sorpresa, no me pude llevar la cámara y he tenido que utilizar fotos de otras personas cuyo crédito tenéis al final del post.
En resumen, que me encantó poder asistir a un partido de la NBA y más al ser una sorpresa que me habían preparado mis amigos. Me encantó poder ver el interior del estadio, descubrir la historia de los Celtics, alucinar con los bailes de las animadoras, los mates y canastas espectaculares, o con el resultado del partido tan igualado hasta el final… No se puede pedir más.
Seáis o no seáis fans del baloncesto, mi opinión es que siempre merece la pena la increíble experiencia de ver en directo un partido de la NBA. Si tenéis ocasión y visitáis los Estados Unidos, seguro que tendréis oportunidad de ver uno de estos partidos y no lo olvidareis jamás.
Imágenes | Alex Kehr |
Robbie Shade |
Yzukerman |
Adam Pieniazek
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