Ocurrió con La Casa del Dragón y ya se vislumbra el mismo fenómeno para el pueblo que actualmente sirve de escenario a The Walking Dead: Daryl Dixon. Desde la llegada de los primeros técnicos de producción, las visitas guiadas por las áreas de rodaje se han disparado, y la ocupación hotelera ha registrado un notable aumento. Además, el entusiasmo local sigue creciendo, ya que los actores principales se sumarán al set en breve, generando aún más expectación entre los residentes y visitantes curiosos.
En Sepúlveda no se habla de otra cosa: la serie ha revolucionado la rutina diaria de sus habitantes, muchos de los cuales tendrán la oportunidad de participar como extras. Con un equipo de producción que ha optado por contar con talento local, no es raro ver a algunos vecinos preparándose para sus apariciones en las escenas, aportando autenticidad y una calidez muy propia al rodaje.
Para ambientar la zona en el estilo posapocalíptico de la serie, se han añadido detalles arquitectónicos que han transformado algunos rincones del pueblo. Entre ellos destacan un nuevo arco medieval y varias almenas, integradas de forma estratégica para crear un ambiente único y acorde con el tono oscuro de la serie.
El pueblo que conquistó a la producción gracias a su arquitectura histórica y su espectacular entorno natural
Con su entorno privilegiado en pleno corazón del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, Sepúlveda se destaca como un destino que combina de forma única historia y naturaleza. Sus estrechas calles empedradas y casonas de piedra, cuidadosamente conservadas, reflejan el encanto de la arquitectura tradicional española, creando escenarios que evocan la esencia de cualquier paisaje europeo.
Esta riqueza escénica convierte al pueblo en un marco ideal para ambientar nuevas historias: “La idea es que los personajes sigan moviéndose, enfrentando situaciones difíciles y viendo cómo el apocalipsis ha afectado cada rincón del mundo”, señaló el productor Zabel en una entrevista para The Hollywood Reporter.
Sepúlveda no solo proporciona el escenario perfecto para retratar una ciudad post-apocalíptica, sino también un entorno natural que añade dramatismo y profundidad a cada escena. Los senderos serpenteantes junto al río Duratón, con sus impresionantes hoces y altos acantilados, ofrecerán un telón de fondo incomparable para las tensas persecuciones de zombies que esperamos ver. Este paisaje único, seguramente se convertirá en un personaje más dentro de la narrativa de la serie, donde la naturaleza intensificará el sentido de aislamiento y peligro que viven los protagonistas.
Sin habitaciones y con el pueblo "patas arriba"
Como suele suceder cuando una súper producción llega a una ciudad o pueblo pequeño, sus efectos se notan de inmediato y con la misma rapidez gana fans y detractores. Por un lado, los comerciantes que ven como las zonas más turísticas se ven afectadas por cortes de tráfico, montaje de carpas y el ir y venir de equipos de cámara que buscan captar las mejores tomas.
Por el otro, vecinos y turistas, impulsados por la curiosidad, acuden a las zonas de rodaje para ver de cerca el desarrollo de la serie. Lo más interesante (¿o caótico?) es que esto acaba de empezar: en los próximos días se espera la llegada del grueso del equipo, alrededor de 150 personas entre actores y figurantes, lo que promete más actividad y expectativa en cada rincón del pueblo.
Aunque el campamento principal se ha establecido en la zona de las piscinas, encontrar una habitación libre es casi imposible, y todo apunta a que la alta ocupación hotelera continuará incluso después de finalizado el rodaje, como ha sucedido en otras localizaciones de series internacionales.