Es un recorrido total de 220 kilómetros que comienza en San Martín de los Andes y acaba en Villa la Angostura, una encantadora ciudad a 70 km de Bariloche. Aunque, naturalmente también se puede hacer al revés.
El recorrido empieza bordeando el lago Lácar y continúa transitando la ruta nacional 234 o “ruta de los siete lagos” que atraviesa siete espejos de agua, uno más impactante que el otro.
Son los lagos Machónico, Falkner, Villarino, Escondido, Correntoso, Espejo y Nahuel Huapi. Todos, resultado de la metamorfosis glaciaria que hace millones de años experimentó la región.
La ruta es el principal corredor turístico de la zona y lleva unas cuatro horas transitarla. Son muy pocos los visitantes despistados que no la recorren en coche, o los más osados, en bicicleta. Sea cual fuera el medio de transporte, sin duda es una excursión que no defrauda en absoluto, por el contrario, es más de lo que uno puede esperar. A lo largo del camino, hay varios miradores ubicados en puntos estratégicos para disfrutar de la cautivante belleza de cada lugar. Se atraviesan dos Parques Nacionales (Lanín y Nahuel Huapi), cascadas, cerros, playas y bosques.
Cada lago tiene su encanto especial. El color verde esmeralda del lago Escondido, el Espejo, llamado así por el reflejo de las montañas sobre sus aguas, y el broche de oro del camino, el último, el más impresionante y extenso de todos los lagos: “don” Nahuel Huapi es el mayor espejo de agua de la región.
Hay cuatro lagos más fuera de recorrido. Hay que desviarse unos kilómetros de la ruta principal, pero merece la pena y no lleva mucho más tiempo.
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