Seguimos planteándoos algunos misterios que pronto con vuestro saber viajero reveláis, en esta ocasión preguntándoos dónde estamos en esta fotografía refrescante a pesar del sol veraniego con que se captó. Un rincón bastante reconocible porque prácticamente es la estampa que identifica a la ciudad.
En primer término, un chorro de agua surgido de un lago artificial que rememora tiempos pasados y en el que se refleja el monumental edificio que aparece en segundo plano.
Una visita obligada para todo aquel que pisa la ciudad, y que desde hace unos años cuenta en su interior con un motivo artístico más que se suma a las obras de arte anteriores para otorgarle más importancia patrimonial si cabe.
Seguro que las palmeras también os dan alguna pista sobre este rincón Mediterráneo... ¿Os animáis a adivinar dónde nos encontramos?
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