La mayoría de nuestros viajes se han forjado en la literatura. Seguro que muchos de vosotros habéis leído Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne. La imaginación de este clásico universal fijó la entrada a este maravilloso mundo en Islandia, concretamente en el volcán Snæfellsjökull.
El Snæfellsjökull está ubicado en la península de Snæfellnes, una hermosa zona de Islandia ubicada al oeste del país y que tiene muchos lugares dignos de visitar.
Podéis llegar hasta allí en avioneta y autobús, contratando la excursión desde Reykjavík, o en coche por vuestra cuenta. Las excursiones organizadas suelen ofrecer la posibilidad de conocer el volcán en moto de nieve entre junio y septiembre.
El Snæfellsjökull es uno de los glaciares volcánicos más bellos del planeta. Tiene una altura que ronda los 1450 metros y su caldera cónica coronada por tres picos es muy característica. El Snæfellsjökull está dormido, pues no presenta actividad ninguna desde el siglo XIII.
Lo curioso del tema es que Julio Verne no estuvo nunca en Islandia, pero supo documentarse con maestría para conducir al profesor Otto Lidenbrook, a su sobrino Axel y al guía local Hans hasta el centro de la Tierra.
Literatura a parte, desde el Snæfellsjökull se tienen unas vistas increíbles de Islandia. Con el día despejado se puede llegar a contemplar los fiordos occidentales.
Existen tres rutas principales para atacar la ascensión al volcán. Yo os recomiendo que os pongáis en manos de alguna de las muchas empresas que ofrecen la excursión en Reykjavík, ya que ir sin conocer el terreno puede ser un poco temerario, sobre todo por la ruta Modulaekur.
Se puede avanzar buena parte del trayecto en vehículo a motor, pero para coronar el Snæfellsjökull se necesitan entre cuatro o cinco horas de caminata con las rutas Arnastapi y Ólafsvík, pero mucho más si escogéis la Modulaekur, ya que os obligará a pasar la noche sobre el glaciar.
También existe un circuito de circunvalación donde podréis visitar antiguas atracaderos, cráteres, el cabo más occidental de la península o algunos restos arqueológicos.
Para hacer esta ruta suelen hacer falta vehículos con amortiguadores especiales y un vado elevado, por lo que la opción de contratar la excursión es lo más recomendable.
La recompensa es contemplar Snæfellsjökull, la entrada al centro de la Tierra que la imaginación del gran Julio Verne situó en Islandia.
Imagen | Greg Kruk En Diario del viajero | Las casas con tejados de turba de Núpsstaður en Islandia, Svartifoss una obra de arte natural que se expone en Islandia