Me resulta fácil encontrar una excusa para viajar a Turín. Ahora, gracias a los vuelos de bajo coste, la ciudad italiana queda más cerca que nunca, y por eso esta semana me he regalado a mi misma una escapada para pasear por esas calles en las que guardo algunos de mis mejores recuerdos.
Tengo sólo tres días y son muchas las cosas que quiero hacer, así que he escrito una lista de imperdibles que comparto con vosotros para inspiraros y animaros a que visitéis esta preciosa ciudad del Piamonte.
Pasear por Vía Roma. La calle que une la estación de Porta Nuova con Piazza Castello recoge algunos de los comercios más exquisitos de la ciudad. Posiblemente no compre nada, pero sólo el hecho de caminar mirando sus escaparates y observando los cambios que se producen en la arquitectura de sus edificios, merece la pena. A medio camino pararé en Piazza San Carlo, otra gran plaza con mucho ambiente donde tomaré mi primer café italiano, antes de continuar mi recorrido hacia el centro de la ciudad.
Piazza Castello. En el centro de Turín, esta plaza alberga el Palacio Real y el Palacio Madama. He visitado ambos muchas veces, así que no sé si en esta ocasión dedicaré una tarde a recorrer sus salas o simplemente pasearé por sus alrededores admirando el conjunto monumental, en parte responsable de que Turín sea una de las ciudades más hermosas del norte de Italia. Si es la primera vez que vais, no os lo podéis perder. Por cierto, el Teatro Regio está a pocos metros: ¡quizá no sea mala idea echarle un vistazo a su programa!
Vía Po. Mi paseo continuará por la gran calle que lleva de Piazza Castello a Piazza Vittorio Veneto: la plaza porticada más grande de Europa. En Vía Po se encuentran algunas de las mejores heladerías y confiterías de la ciudad, y ya hemos dicho otras veces que Turín es famosa por su tradición chocolatera pero ¿qué decir de su helado? Probad el de gianduia, una especialidad de chocolate y avellana que sólo encontraréis aquí, ¡sin palabras!
Río Po y Murazzi. Cuando vea el Po, empezaré a creer de verdad que he vuelto a “casa”. Los Murazzi, antiguos almacenes a ambos lados del río, son ahora locales de moda entre los habitantes más jóvenes y alternativos de la ciudad, un auténtico hervidero la noche de los martes y los fines de semana.
Creo que con estos pocos imperdibles tengo ya para mantenerme ocupada mi primer día en Turín, ¡pero todavía me quedan muchas cosas por nombrar! Mañana seguiremos paseando por esta preciosa ciudad del norte de Italia que cada vez que visito, me enamora un poco más.
Imagen | FaldaK en Flickr
En Diario del Viajero | El Palazzo Madama: un edificio singular en el centro de Turín, El Museo de las Artes Orientales de Turín