En nuestro viaje a París, recomiendo una parada en los Jardines de Luxemburgo, un rincón encantador de la capital, apto para un paseo y un descanso inolvidable. Desde la Ile de la Cité, donde seguro que paraemos para ver Notre Dame o la Sainte Chapelle, cogemos el animado Boulevard Saint-Michel, adentrándonos en el Barrio Latino.
Una vez dejemos a la derecha el Museo de la Edad Media, La Sorbona y a la altura de El Panteón, nos encontramos con estos hermosos jardines y el Palacio.
El Palacio del Luxemburgo alberga al Senado francés. Inicialmente fue adquirido y reformado para María de Médicis, recordando su antiguo palacio florentino, entre 1615 y 1624. El palacio fue transformado en prisión cuando estalló la Revolución Francesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes lo utilizaron como cuartel y construyeron un búnker en el jardín.
Los amplios jardines son de estilo neoclásico, con calles dispuestas simétricamente alrededor de un estanque octogonal central. En sus orígenes ocupaban más espacio que en la actualidad, pero sucesivar reformas en las calles de la ciudad menguaron su extensión. Aun así, son 25 hectáreas de terreno, y el parque ofrece campos de tenis, lugares para jugar a la petanca y poneys para los niños, aparte de esos rincones donde sentarse a leer el periódico alejado del ruido del tránsito, con vistas al estanque, a los jardines o al palacio.
Desde el inicio del siglo XXI, el Senado francés organiza exposiciones en el jardín: esculturas modernas y fotografías principalmente. Excepto cuando hay nieve, el jardín se llena de flores de variedades diversas según la estación y se realizan conciertos gratuitos al aire libre. También hay quioscos y zonas ajardinadas dedicadas a la agricultura y la arboricultura, una rosaleda...
En ocasiones se pueden alquilar barquitos a control remoto para hacerlos navegar por el estanque. Un centenar de esculturas, paseantes románticos, lectores, estudiantes, deportistas... nos esperan en este encantador lugar parisino.
Del jardín inicial sólo queda un monumento, un rincón precioso de este parque: la fuente de María Médicis, que también fue amputada por una parte y ampliada por otra (imagen inferior). Vale la pena buscar este lugar, que no es de los más visibles.
Por cierto, que el palacio y los jardines deben su nombre al duque François du Luxembourg, que poseía un palacete en este emplazamiento, antes de que lo adquiriera y reformara María de Médicis.
Desde este enlace podemos realizar una visita virtual por el Palacio y sus jardines. Se accede por varias entradas, desde Boulevar St-Michel, Rue de Vaugirard y Rue de Guynemer. Los horarios son de abril a octubre, de 7:30 a.m. hasta la puesta de sol; de noviembre a marzo, de 8:00 a.m. hasta la puesta de sol. La entrada a los jardines es gratuita, es un parque público. En metro se llega a la estación Odeón de las líneas 4 y 10; en RER hasta Luxembourg; y en bus con las líneas 21,27,38,58,82,83,84,85 y 89.
Sitio Oficial | Senat Más información | Wikipedia En Diario del viajero | Hemos estado: París, El jardín de las Tullerías en París