En nuestra visita a Toledo nos sentimos más cerca de las culturas que conformaron nuestra identidad dejando una huella imborrable en la fisonomía de muchas ciudades. En Toledo conviven estas culturas de manera preciosa, como demuestra desde su nombre simbiótico este monumento toledano.
La antigua Mezquita de Bib-al-Mardum, o de Valmardón, también conocida como Mezquita o Ermita del Cristo de la Luz, está situada en el barrio de San Nicolás, a la entrada de Toledo por la Puerta de Bib-Al-Mardon, la más antigua de la ciudad. Nos llama la atención el ladrillo rojo y las arquería a circulares entrelazadas que desde la rehabilitación de 2006 lucen renovadas.
Decidimos entrar, el billete cuesta 2'5 euros, aunque es una visita incluida en la Pulsera Turística de Toledo, que por 8 euros permite la entrada a este y otros cinco monumentos de Toledo, como la Sinagoga de Santa María la Blanca, el Monasterio de San Juan de los Reyes, el Entierro del Conde Orgaz...
Por una inscripción que se conserva en la fachada occidental sabemos que la construcción de la Mezquita data del año 999-1000, el promotor de la obra fue Ahmad Ibn Hadidi y el arquitecto Musa Ibn Alí. Parte de la Mezquita fue construida sobre una impresionante calzada romana descubierta en la excavaciones de 2006 y que podemos pisar en la actualidad.
Son casi 50 metros de restos romanos del siglo I d.C., otro trocito más de historia que se superpone por capas en la ciudad, hasta la actualidad, y nos hace sentirnos un poco romanos, un poco árabes, cristianos...
El conjunto edificado que se conserva en la actualidad es el resultado de la reutilización en época medieval de la antigua mezquita como parte de la nave de una iglesia.
El edificio islámico, de planta cuadrada, posee nueve bóvedas ordenadas en tres naves paralelas distribuidas por cuatro columnas. Dos de las fachadas fueron alteradas tras la construcción de la iglesia y, posteriormente, tras la restauración de 1909. Las otras dos fachadas, orientadas al norte y oeste respectivamente, son de corte monumental y se encuentran ricamente decoradas.
En el sobrio interior de la pequeña mezquita podemos ver los revestimientos de yeso (originales del s. X), en la zona islámica de la mezquita. En cuanto al subsuelo de la mezquita, se ha llegado hasta el terreno natural recuperándose los niveles originales más bajos del pavimento y parte de él se puede ver desde el suelo acristalado.
Bajo el ábside cristiano (s. XII) se han dejado a la vista unas estructuras excavadas en la roca, presumiblemente de la etapa romana paleocristiana (s. III d.C). A pesar de la restauración, se ha dejado el interior bastante desnudo y deslucido, pero aún así es un trocito de historia que merece la pena conocer.
La Mezquita de Toledo, arte y leyenda
Esta es la mezquita mejor conservada de las diez que llegaron a existir en Toledo en época musulmana. Además, la Mezquita del Cristo de la Luz, junto a la Mezquita de Córdoba y el palacio de Medina Azahara, es uno de los monumentos más representativos del arte califal.
Respecto a su nombre, no podemos dejar de mencionar la leyenda que lo rodea. El Cristo de la Luz recobe este nombre por la lamparilla que supuestamente había iluminado la imagen de un Cristo escondido en este lugar durante siglos.
Nos remontamos a la reconquista de Toledo, cuentan que cuando los ejércitos entraron en la ciudad, el caballo del monarca Alfonso VI hincó las rodillas al llegar a la altura de mezquita, y la imposibilidad de que el caballo se levantara se interpretó como una señal divina.
Fue entonces cuando se excavó en el interior del edificio, donde se encontró la imagen de un Cristo crucificado junto a una lamparilla de aceite que habría permanecido encendida durante más de 300 años: en este lugar los cristianos toledanos habrían escondido la imagen sagrada para evitar su profanación por parte los musulmanes durante su ocupación.
Un pequeño centro de interpretación a la entrada y los coquetos jardines con vistas a la Mezquita y a la puerta de Toledo completan esta breve visita. La Mezquita del Cristo de la Luz en Toledo se puede visitar de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 15:30 a 17:45 horas (verano hasta las 18:40 h.), sábados y domingos de 10:00 a 18:40 horas.
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