Con los primeros soles que anticipan la primavera, vamos a iniciar una serie de posts que nos llevarán a ir descubriendo Málaga, sus valores históricos, sus rincones mas conocidos y sugiriendo nuevos. Nos acercaremos a su intensa vida cultural, a su gastronomía tentadora, a sus bellezas naturales en una combinación explosiva de playa, montaña y la alegría malagueña que todo lo invade.
Compartiremos nuestras experiencias, consejos e informaciones para que cuando te acerques a la capital de la Costa del Sol puedas recorrerla a tu aire, disfrutando de un escenario que ha cautivado a muchos pueblos a lo largo de la historia con su sol, su paisaje y que ha ido formando una de las ciudades mas atractivas del Mediterráneo.
Al abrigo del Monte de Gibralfaro, el puerto natural fue asentamiento de fenicios que fundaron allí un asentamiento al que llamaron Malaka. Ya desde el siglo VII antes de Cristo Málaga congregó tráfico marítimo y comercial. Muchos pueblos se acercaron a ella atraidos por sus condiciones geográficas y climáticas. Mas o menos como hoy, después de décadas de haber sido “descubierta” por los turistas del norte de Europa y del resto del mundo atraídos por sus costumbres, fiestas y paisajes.
Pasearse por las calles de Málaga hoy nos permite revivir su pasado histórico en testimonios romanos, árabes o cristianos. Nos da la posibilidad de acercarnos al arte a través de uno de sus hijos dilectos, como Pablo Picasso. Málaga también nos recibe con las manos abiertas y la mesa siempre bien surtida con platos y lugares típicos.
Esto y más, hace de la capital de la Costa del Sol nuestro siguiente destino a compartir. Esperamos que nos acompañen en los próximos posts que cada semana iremos trayendo para descubrir Málaga.
Foto | Flickr de Alex E. Proimos En Diario del Viajero | Andalucía 10: más allá de los tópicos