Al Ain es la cuarta mayor ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, con una población de más de 600.000 habitantes. Se la conoce también como "la Ciudad jardín del Golfo", o como me ha gustado bautizarla, Al Ain, la ciudad de los siete oasis.
Está situada en Abu Dhabi, justo en la frontera con Omán, a unos 160 kilómetros de Dubái. Literalmente, el nombre de la ciudad quiere decir "El manantial", y es que está enclavada en una zona de oasis enmedio del desierto.
Al Ain tiene las temperaturas más altas de todo el país y está tocada por el aire seco del desierto. Sin embargo, los bulevares, jardines y rotondas verdes de la ciudad son perfectamente visibles y le otorgan esa denominación de "jardín". Al Ain cuenta con 75 parques y jardines, el primero de los cuales fue construido en 1969. Éstos ofrecen una gran variedad de atracciones al aire libre para los residentes de la ciudad y los visitantes.
Gracias a que no se puede construir edificios de mayor altura que cuatro plantas, no hay edificaciones que eclipsen esos oasis dentro de la ciudad. Qué diferencia respecto a la vecina Dubái, que no deja de sorprendernos con sus rascacielos.
Al Ain posee siete oasis que usan el sistema de irrigación subterránea, "falaj", mediante el cual se extrae agua de perforaciones para proporcionar agua a las granjas y regar las palmeras. El mayor es el oasis de Al Ain situado al sur del centro de la ciudad y el menor el oasis de Al Jahili. Los otros son los oasis de Qattara, Al Mutaredh, Al Jimi, Al Muaiji y Hili.
La historia de la ciudad de Al Ain se remonta siete milenios atrás. La evidencia de asentamiento humano temprano en esta zona sólo se explica por la abundancia de agua dulce y palmeras en la zona para mantener la vida. El oasis en el que la ciudad fue construida dio lugar a plantaciones de palma datilera y al sistema de riego que hemos mencionado.
Los turistas suelen visitar las fuentes minerales en la falda del monte Jebel Hafeet, una montaña de 1.340 metros que domina toda la zona, y suben a la cumbre para ver la puesta del sol. Otras atracciones son el Oasis de Al Ain en el centro, así como los otros oasis esparcidos por los alrededores. Una tradición convertida en atracción turística en los oasis son los mercados de camellos.
La ciudad cuenta con otras atracciones, como el Museo Nacional de Al Ain, que cuenta con una importante colección de objetos arqueológicos de la Edad de Piedra y la Edad de Hierro, como puntas de flecha, hachas y cinceles.
Otro paseo por la histotria lo ofrecen las excavaciones arqueológicas de Hili, que datan de la Edad de Bronce y en la que hallamos un gran número de tumbas de los siglos III y IV antes de Cristo. También el Museo del Palacio, varias fortificaciones restauradas, el zoológico, el parque de atracciones...
Y si en lugar de oasis nos decidimos por la aridez majestuosa del desierto, en los alrededores de Al Ain podemos esquiar sobre las dunas, observar el espectáculo de adiestramiento de halcones para la cetrería, realizar acampadas en plena naturaleza o excursiones en todoterreno.
Además, la ciudad se está consolidando como sede de diversos eventos deportivos internacionales, y también como destino de compras. El buceo o el golf son otras actividades que encontraremos en el Emirato, cerca de Al Ain.
En 2003, Al Ain firmó un protocolo con la UNESCO para proteger y mejorar su patrimonio cultural y tal vez un día inscribirlo en la lista de patrimonio de la humanidad.
Como vemos, no todo es Dubái en los Emiratos Árabes Unidos. Al Ain, la ciudad de los siete oasis, no sólo se alza como destino turístico cada vez más valorado, sino que es el lugar de veraneo y de descanso de muchos habitantes de los Emiratos que escogen ese lugar para establecer su segunda residencia. Algo tendrá.
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