Si tenéis previsto viajar a Nueva York, además de tener en cuenta los consejos para sobrevivir a la ola de frío, tendréis que distribuir la duración de vuestro viaje si queréis recorrer los distintos barrios que forman la ciudad. Por si tenéis duda sobre si ir o no a la zona norte de la isla, quiero enseñaros lo que os puede ofrecer un paseo por Harlem, New York.
Pese a las reticencias que algunos podáis tener en acercaros al barrio de Harlem, para mí es uno de los atractivos de la ciudad de Nueva York, y recorrer sus calles donde conviven afroamericanos, hispanos y otras minorías raciales, es parte de la experiencia de visitar NYC.
Aunque hoy en día Harlem es una zona de moda en Nueva York, y en general es bastante seguro, es conveniente tener claro qué ver y cómo comportarse para no llamar la atención y meterse en problemas.
Paradójicamente, este barrio de Nueva York donde puedes encontrar la bandera americana con los colores cambiados, (las bandas blancas de la bandera se cambian por bandas negras), era originalmente un barrio lujoso utilizado como zona de veraneo por los neoyorkinos más pudientes, de origen holandés, que le dieron ese nombre en honor a Haarlem una ciudad de los Países Bajos.
Un paseo por Harlem
Si hacéis un recorrido por Harlem, lo mejor es ir en el metro hasta la 125 y subir por una de las mejores zonas recorriendo la calle 130th entre la 5a y 7a avenida, donde encontraréis las típicas casas que tantas veces hemos visto en las películas, con su escalera con barandilla, de tiempos remotos.
Un paseo por Harlem debe incluir la visita a sus iglesias, como la Abyssinian Baptist Church o la Mother African Methodist Episcopal situadas en la Avda Adam Clayton Powell, donde además de ver la influencia que tienen estos centros religiosos para su población podremos asistir a un espectáculo de Gospel.
Podéis ir a las iglesias que recomiendan las guías, o simplemente madrugar, tomar el metro hasta la 125 y estar en Harlem sobre las 9.30 o 10 de la mañana un Domingo, encontrando sin dificultad muchas iglesias para elegir, que muchas veces saldrán mucho más económicas y donde los turistas son siempre bien recibidos, situándose en la planta superior. Aquí podéis leer sobre esta experiencia de una misa en Harlem.
Además de hacer las típicas fotos de los letreros de las calles con los nombres de Martín Luther King, o de Malcom X, un paseo por Harlem os llevará a la sede de un lugar mítico para los amantes de la música, el Apollo y su peculiar paseo de la fama. Está situado sobre la propia calle 125th entre las avenidas 7a y 8a.
En este mítico lugar actuaron grandes músicos del Jazz como Count Basie o Duke Ellington entre otros, o grandes voces como las de Aretha Franklin, Ella Fitzgerald, o la guitarra de Jimi Hendrix. Hoy en día, todos los miércoles se puede asistir a las actuaciones en vivo, aproximadamente a las siete de la tarde a precios adsequibles para el viajero que quiera ver música en vivo.
También es muy apetecible probar la cocina local. Hay numerosos restaurantes a buen precio para comer en Harlem en especial, platos de la cocina sureña tales como las clásicas costillas a la barbacoa servidas con boniatos y mazorca de maíz. Si tenéis la ocasión no dejéis de probarlas.
Otra opción es acudir a disfrutar de un brunch, tan típico neoyorkino, pero en lugar de hacerlo en los caros locales de moda en Manhattan, probar a comer disfrutando de la hospitalidad de Harlem, en especial tras la visita a la iglesia.
Entre otros muchos restaurantes para comer en el barrio de Harlem, podéis ir a Sylvia's Restaurant en el 325 de la Av. Lenox o al Red Rooster Harlem en el 310 de la misma avenida.
Espero que con todas estas pistas, os animéis a dar un paseo por Harlem, New York la próxima vez que visitéis esta ciudad en la que además de las luces de neón, las compras durante las rebajas y los locales de moda, podemos encontrar otros muchos atractivos.
Fotos | Pakus en Flickr En Diario del Viajero | Las esculturas de la estación de metro de la calle 14 de Nueva York En Diario del Viajero | Consejos para visitar Nueva York en plena ola de frío