En cuestión de tapeo Madrid es indiscutiblemente una de las capitales de España y dentro de la propia ciudad si somos amantes de este noble arte del tapeo no podemos dejar de visitar el barrio de Chamberí, barrio castizo donde poder tapear a la antigua usanza.
La calle Ponzano, desde García Paredes hasta prácticamente Ríos Rosas, está literalmente infestada de bares a cual más sorprendente por su calidad y por la cantidad de gente que acude a ellos provenientes de otros barrios de Madrid tal es su fama. El bar Fide tiene dos sucursales, ambas en la citada calle Ponzano. El Doble también tiene en la misma calle dos bares. Ambos se caracterizan por servir una inmejorable cerveza perfectamente tirada y siempre acompañada de una banderilla con anchoa o similar. Las tapas de estos bares nunca son de cocina. Se manejan a base de encurtidos o latas de primera calidad. También despachan mariscos de primera división: gamba blanca de Huelva, langostino de Vinaroz, nécoras y centollos gallegos, salpicón de marisco, etc. Aquí también podemos encontrar un lugar algo más comercial, pero con una alta calidad y unos precios muy populares. Os estoy hablando de "Casa Camuñas".
En realidad toda esta calle y sus aledaños esta literalmente infestada de este tipo de bares y podremos dejarnos caer por la zona y entrar en cualquiera de ellos, todos son de una alta calidad y cada uno tiene sus propios atractivos. Si quisiéramos profundizar en el tema tendríamos que dedicar un especial solo a las tapas en este barrio, lo cual no estaría mal, pero de momento no es el caso.
Cambiando un poco de zona, vámonos hasta la zona más turística, al lugar más conocido por sus visitantes, la zona centro. Madrid cuenta con un alegre centro de la ciudad que acoge cada día a miles de visitantes y autóctonos paseando por sus calles y claro estas personas eventualmente tienen que comer y en el centro encontraran buenos sitios donde hacerlo mediante tapas por supuesto.
Para nuestra ruta partiremos de
la Puerta del Sol, un lugar realmente emblemático de Madrid e iremos por la calle Preciados hasta
Casa Labra, un lugar mítico como no muchos donde en mi opinión ponen
una de las mejores tapas de bacalao de la ciudad castiza. Después nos dirigiremos hacia la
Plaza Mayor con el objetivo de meternos entre pecho y espalda uno de los famosos y clásicos
bocatas de calamares. Pero de camino pasaremos por una de las sucursales que tiene en la zona
El Museo del Jamón y no deberíamos dejar pasar la ocasión de entrar, ya que aquí podremos
degustar buen jamón y una caña bien tirada a unos precios que sorprenderán positivamente a más de uno . Aunque en realidad con el solo hecho de entrar y sentir el aroma a jamón del local ya merecería la pena la visita, pero bueno ya que estamos aquí, una tapita es imperdonable.
Tras elegir el lugar donde tomar los susodichos
calamares en la plaza y haber dado buena cuenta de ellos, cambiamos el rumbo hacia la zona de la
Plaza de Benavente. Por la zona encontraremos el bar que ahora forma parte de la franquicia
Las Bravas que tiene fama de preparar
unas de las mejores salsas bravas de la capital, salsa que además tiene patentada. Desde aquí nos podemos comenzar a encaminar hacia la conocida zona de "Huertas" donde cualquier bar será una experiencia, nos ocurrirá de nuevo algo parecido a lo que pasa en el barrio de Chamberí y es que por la tradición de tapas del lugar, cualquier sitio que veamos será más que decente.
Si tras todo este trasiego de paseos, ires y venires, cervecitas, vermouths, vinitos y tapas nos sigue quedando energías y ganas podemos pasarnos a tomar un chocolate en la
chocolatería San Ginés, que es la más famosa de Madrid y aunque los precios son un poco altos por un
chocolate, lo cierto es que de vez en cuando merece la pena darse el capricho. Tras esta larguísima ruta con postre incluido, dudo que quede alguien con más ganas de marcha. De hecho dudo que esta ruta pueda ser completada en una sola "etapa".
Aquí os dejo con un mapa para que podáis localizar todos los sitios de los que os hablo:
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