A diferencia de mi compañero Pakus, reconozco que lo de bucear con bombona y toda la pesca aún no lo he probado, e incluso me suscita cierto respeto. Mis únicas experiencias estilo sirenita son a pulmón o con snorkel en la superficie. Pero de bucear profundo poco o nada.
Sin embargo, hay cinco paraísos submarinos que todos, incluidos los más temerosos, deberíamos visitar al menos una vez en la vida. Son casi como otros planetas, como visitar Marte o Venus sin salir de la Tierra. Y su belleza podría decorar el fondo de pantalla de todos los ordenadores del planeta.
Esos paraísos son los arrecifes de coral o coralinos, que solo ocupan el 0,1 % de la superficie de todos los océanos del planeta, aproximadamente 280.000 kilómetros cuadrados. Los arrecifes son el hogar de la cuarta parte de las especies oceánicas, como peces, esponjas, moluscos, crustáceos, gusanos, equinodernos…. ¿habéis visto Buscando a Nemo?
Son paraísos de la biodiversidad que, sin embargo, debido al calentamiento global, están viendo amenazada su supervivencia. Razón de más para darnos prisa antes de que pudieran desaparecer como el plop de una pompa de jabón.
1. Gran Barrera de Coral
2. Lagunas de Nueva Caledonia
3. Atolones Maldivas-Chagos-Laquedivas
El archipiélago de Chagos, con su medio centenar de islas tropicales, es particularmente interesante por la presencia de un coral pétreo endémico, el Ctnella chagius.
4. Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice
se trata de una serie de arrecifes de gran interés biológico que ya en 1842 Charles Darwin describió como la barrera coralina más implorante de las Indias Orientales. Sus 300 kilómetros de longitud son el hogar de una extraordinaria variedad de animales y vegetales acuáticos: 70 especies de coral duro y 36 de blando, cientos de invertebrados distintos y medio millar de peces, como los tiburones limón y coralino.
5. Barrera de Coral de Andros
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