La industria aerocomercial está buscando cambios. Las nuevas formas de energía deben imponerse poco a poco en una industria gran consumidora de combustibles fósiles hasta ahora. Lufthansa prueba ya el biocombustible en vuelos domésticos en el camino por lograr reducir las emisiones de carbono.
Desde hace unos días Lufthansa ha iniciado un programa piloto que se extenderá 6 meses. El mismo consiste en abastecer a uno de sus equipos con biocombustile. Será el Airbus A321 (matrícula D-AIDG) que vuela la ruta Hamburgo-Frankfurt-Hamburgo cuatro veces al día.
El biocombustile usado ha sido aprobado por la ASTM y su origen combina biomasa de origen vegetal (jatropha, camelina) y animal (grasas animales).
Uno de los motores del avión de Lufthansa llevará una combinación al 50% de este kerosene biosintético y de combustible tradicional. Los vuelos llevan los números LH013/014 y se estima que durante el período de operaciones con biocombustible se podrán reducir 1.500 toneladas de carbono, de acuerdo a la compañía aérea.
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