Tesoros de Portugal: el puerto palafítico de Carrasqueira
Una de las zonas más desconocidas de Portugal es el Alentejo. En general, siempre que pensamos en viajes al país vecino, nos dirigimos a Oporto, a Lisboa o al Algarve olvidando que la región del Alentejo es una de las más interesantes para descubrir.
Entre otros muchos encantos, -destacan sus vinos y su gastronomía en general- me encantó hacer un recorrido por toda la zona, destacando entre lo que vi, la visita al Puerto Palafítico de Carrasqueira, cuyas imágenes me relajan y me ponen nostálgico cada vez que las contemplo.
Se trata de un estuario situado en el río Sado, muy cerca del municipio de Comporta. En él, enclavado entre marismas, arrozales y salinas, están clavados los palos que forman el puerto, cuya imagen recuerda a otros lugares de la zona del sudeste asiático aunque estén prácticamente al lado de nuestro país.
No dejéis que os engañe la sensación de abandono. El puerto de Carrasqueira es un puerto en uso, si bien su aspecto laberíntico con los enseres amontonados da la imagen de estar abanadonado de la mano de dios.
Las estructuras parecen -y son- algo endebles, casi frágiles pero se mantienen desde hace muchos años y prestan su servicio a los distintos pescadores que colocan sus redes, barcas y cabos, así como el instrumental de pesca, aferrados con pequeñas sogas a los palos clavados en la marisma.
Cuando la marea está baja es cuando más se aprecia la imagen que ha hecho de este puerto un lugar turístico que merece la pena conocer. Hay mucha diferencia entre la pleamar y la bajamar en el estuario, provocando el efecto que podéis apreciar en las imágenes.
Los palafitos que conforman el muelle están formados por trayectos largos organizados de forma laberíntica, apoyados unos en otros, con la finalidad de permitir a los marineros acceder a sus barcos. Así se forman largos corredores, en los que se encuentran las casetas donde se guardan artes de pesca y accesorios marineros.
Entre los barcos de pesca anclados en aquel lodazal, podemos divisar algún pescador trabajando, arreglando el barco o preparándolo para cuando vuelva a subir la marea y pueda salir de nuevo a faenar. Mientras, los distintos rincones del estuario nos ofrecen imágenes preciosas para los amantes de la fotografía.
El puerto palafitico de Carrasqueira fue construido por los propios pescadores aprovechando palets, maderas y postes, de una forma algo anárquica pero eficaz. Merece la pena desviarse y recorrer los caminos que se entrecruzan viendo los accesos, a veces complicados, para llegar a las distintas barcas.
Pese a su aparente fragilidad, esta estructura sigue en pie, siendo usada a diario. Os recomiendo que os acerquéis a vivirlo en primera persona, si tenéis la ocasión y estáis recorriendo la Costa Vicentina de Portugal en la región del Alentejo. Seguro que las imágenes que percibáis y captéis con vuestras cámaras serán un recuerdo inolvidable.
Si además os gustan las aves, seguro que disfrutaréis con un montón de especies propias de marismas y estuarios, que han hecho de esta zona un punto ideal para la observación ornitológica. Si además tenéis ocasión, no dejéis de tomar unas fotos de la puesta de sol en semejante entorno.
Cómo llegar al Puerto palafítico de Carrasqueira
Salir de Comporta para tomar la carretera N-253 sentido Alcacér do Sal, bordeando el estuario del río Sado. Encontraréis en el lado izquierdo de la calzada la señalización del Porto Palafítico da Carrasqueira. Está a menos de quince minutos desde allí y no tiene pérdida. En portugués podéis buscarlo como Porto palafita da Carrasqueira o como Cais Palafíta da Carrasqueira en Comporta.
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Imágenes | Pakus
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