Este pueblo de 48 habitantes esconde el secreto mejor guardado de Aragón: una piscina natural con cascadas impresionantes en la que te puedes bañar

Este pueblo de 48 habitantes esconde el secreto mejor guardado de Aragón: una piscina natural con cascadas impresionantes en la que te puedes bañar
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Uno de los mejores planes de los que podemos disfrutar en verano es escaparse a una piscina natural para disfrutar darse un baño refrescante rodeados de naturaleza. España tiene la suerte de contar con algunas de las más impresionantes de Europa, en donde el entorno invita a olvidarse por completo de la rutina.

Una de las menos conocidas se encuentra en Teruel, y más concretamente en la Sierra de Albarracín. Hablamos de la Cascada del Molino de San Pedro, uno de los tesoros naturales más impresionantes de la región de Aragón, que  ofrece una experiencia de belleza natural e historia que atrae tanto a locales como a turistas.

Este oasis natural se forma en el río Cabriel, que nace en la cercana sierra y fluye por un paisaje montañoso y boscoso, antes de precipitarse en una caída de agua de aproximadamente 12 metros de altura. El resultado es una piscina natural de aguas cristalinas y turquesas, ideal para el baño en los meses más cálidos, que además está permitido por las autoridades locales, aunque "bajo la responsabilidad de los bañistas", según confirmamos con la oficina de turismo de Albarracín.

Cómo llegar a las Cascadas del Molino de San Pedro

Cascada Molino San Pedro
Imagen | Turismo Sierra de Albarracín

Llegar a las Cascadas del Molino de San Pedro es, sin duda, parte de la aventura. Se puede llegar en coche por la carretera TE-V9122 a Vallecillo y a partir de ahí, hacer la ruta de senderismo hasta la cascada.

Esta caminata es relativamente fácil y apta para todas las edades, así que es una actividad ideal para familias. Las vistas panorámicas de la sierra que ofrece el recorrido son realmente impresionantes, y además permiten conocer de primera mano la flora y fauna locales.

Al llegar a la parte superior, se descubre el punto de observación ideal para contemplar la estampa que ofrece la imponente caída de agua y el contraste con su impresionante entorno natural. Al bajar por el camino se encuentra una gran pradera en donde se pueden dejar las toallas y los objetos personales.

Junto a la cascada se encuentran los restos del antiguo Molino de San Pedro, que da nombre a la cascada y que antiguamente era utilizado para moler grano, aprovechando la fuerza del agua, testigo silencioso de la forma en que se aprovechaba este tipo de parajes en el día a día de los habitantes de la zona.

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