Los Simpson han sido, sin duda, un fenómeno global durante ya más de una década entera. La popularidad de la serie de la FOX es enorme y eso atrae al turismo cuando resulta que tu propio pueblo, aunque se encuentre a miles de kilómetros de Estados Unidos, se llame Springfield.
Esta localidad de Nueva Zelanda apenas supera los 200 habitantes pero desde que la serie y, en estos días, la película sobre los Simpson no para de recibir visitas.
Una de las razones más evidentes es la construcción de una escultura de una rosquilla gigante en la entrada de Springfield como parte de la tremenda propaganda que la FOX ha realizado para la nueva película.
A partir de aquí, han llegado los emprendedores del pueblo para poner en marcha locales de comida rápida como hamburguesas, hot dogs, rosquillas o patatas fritas que tanto encantan a Homer y a Bart en la serie. Con ello únicamente la semana pasada se pasaron más de 3.000 turistas para devorar todo tipo de comida rápida que se prepara en este pueblo humilde, pero sin lugar a dudas, más listo que el hambre.
Sin lugar a dudas le irá de maravilla al pueblo para publicitar su marca turística alrededor del mundo. La única duda que tengo es si el verdadero fan de Homer va a levantarse realmente del sofá para llegarse hasta un lugar tan lejos como Springfield, ni más ni menos que en Nueva Zelanda.
Vía | Los Angeles Times