Un turista británico residente en España, de paso por Tokio, decidió darse un chapuzón en uno de los 12 lagos que rodean el Palacio donde vive el Emperador Akihito.
Para mal de peores, como no llevaba el atuendo playero adecuado, decidió hacerlo desnudo.
Supuestamente se arrojó al agua a buscar su pasaporte y dinero que se habían caído dentro de un bolso. Los amigos españoles que lo acompañan en el viaje, no pudieron explicar porqué decidió quedarse una hora y media en el lago, mientras se movilizaba hasta allí medio centenar de policías y bomberos.
Unas 300 personas que paseaban por esta concurrida zona contemplaron además al bañista, hasta que salió trepando por las rocas de uno de los muros del foso.
Posteriormente, tras amenazar con lanzar más piedras a los agentes una vez fuera del agua, fue detenido y, después del paso obligado por el hospital, llevado a su hotel.
Tal vez todo haya comenzado como una de esas bromas de amiguetes. Pero por lo visto, no supo cuándo era el momento adecuado de parar. Un amigo "pesado" para compartir un viaje, ¿verdad?
Vía y vídeo | The Telegraph