El síndrome de la clase turista es uno de los temores de aquellos que viajan en avión durante muchas horas comprimidos entre los asientos. Un mal que hasta ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un grave problema de salud, del que se habló mucho y hasta para el que se pensaron diferentes remedios.
Pues ahora parece que este problema no era tal. Al menos así lo indica el Colegio de Médicos del Tórax de los Estados Unidos a través de una nota publicada en la última edición de su revista Chest.
Es que allí, esta organización con más de 18.000 miembros en cien países, pone en duda la existencia del síndrome debido a que, afirman, no hay evidencias que sostengan que viajar en clase turista pueda causar una trombosis a los pasajeros.
"Viajar en clase turista no incrementa el riesgo de desarrollar un coágulo, incluso en vuelos de larga distancia. Sin embargo, permanecer inmóvil durante largos periodos de tiempo sí aumentará el riesgo", explica Mark Crowther, médico de la Universidad McMaster, en Hamilton (Canadá). Permanecer inmóvil, en un avión, o en cualquier sitio.
En tanto, el mismo médico agrega que "los viajeros de larga distancia que se sientan al lado de la ventanilla suelen tener movilidad reducida, lo que incrementa el riesgo de trombosis venosa profunda". Un riesgo que aumenta si existen otros factores tales como la edad avanzada, el embarazo, la obesidad, una cirugía reciente, sufrir un cáncer o tomar anticonceptivos orales.
En ese sentido, la publicación reafirma que “no hay evidencia definitiva de que la deshidratación, viajar en clase económica y tomar bebidas alcohólicas durante un vuelo están relacionadas” con el riesgo de una trombosis.
Por ello, si se forma parte del grupo de riesgo que ya se ha mencionado, los especialistas sí aconsejan sentarse en el asiento del pasillo, caminar y realizar ejercicios de estiramiento de las piernas.
Vía | CNN Español Foto | Flickr de Hunter-Desportes En Diario del Viajero | Salud