La industria del turismo y, básicamente del transporte, ya piensa en el futuro y en cómo facilitar las cosas para las compañías, los pasajeros, la seguridad y el medio ambiente. Es así que hemos visto, en los últimos días, el prototipo de avión de Airbus que cuenta con techo panorámico o la aeronave supersónica.
Pero si de seguridad en los aeropuertos se trata, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) acaba de presentar los Puntos de Control del Futuro. Un proyecto que busca ver la luz en, al menos, cinco años y que brindará la posibilidad de hacer de los controles en las terminales aéreas un trámite más rápido, más seguro y menos invasivo para con los pasajeros.
Esto es así dado que se reemplazarán los actuales arcos de seguridad por este nuevo sistema, una especie de pasadizo de seis metros de largo por el que caminarán los viajeros y que permitirán realizar una revisión más completa, sin necesidad de cacheos ni hacer que se quiten prenda alguna.
De este modo, además de hacer que la revisión sea completa, ésta se realizará de forma rápida, aligerando el tránsito y eliminando las colas que suelen producirse en los controles de seguridad.
Así, el Punto de Control del Futuro consta de un arco de seis metros dentro del cual existen una serie de escáneres que analizarán al pasajero en su conjunto a casa paso: rayos x para el equipaje, metales, líquidos, zapatos, explosivos y escaneo corporal completo.
Pero no existirá un solo arco sino tres que se traducen en tres niveles de seguridad y análisis: para el pasajero conocido, normal y mejorar la seguridad (o alto riesgo). Entonces, cada pasajero deberá dirigirse al arco correspondiente en función del identificador biométrico del pasaporte que da muestras del resultado de una evaluación de riesgo realizada por el gobierno.
Es así que cada arco contará con la tecnología necesaria como para inspeccionar a los pasajeros en función del riesgo que significan. Los “pasajeros conocidos” tendrán un acceso rápido, el “escaneo normal” será el utilizado en la mayoría de los viajeros, mientras que los de “alto riesgo” serán considerados aquellos de los que se disponga poca información y serán seleccionados al azar.
En ese sentido, las autoridades de IATA explicaron que “Los pasajeros deben poder ir desde la entrada del aeropuerto a la puerta de embarque con un trato digno -sin parar, sin desnudarse, sin mostrar su equipaje y, por supuesto, sin necesidad de ser cacheados. Ese es el objetivo del Control de Seguridad del Futuro”.
Además, argumentaron que las nuevas medidas de seguridad, que esperan poner en funcionamiento en cinco años, buscan responder a las amenazas actuales y así detectar no sólo objetos peligrosos, sino también pasajeros potencialmente peligrosos.
Vía | IDNoticias
Sitio Oficial | IATA