Esta es una de esas noticias que te las cuentan y piensas claramente que tu interlocutor te está tomando el pelo nivel expertos. Una noticia loca de aviones en la que un piloto se queda dormido y se pasa de largo su destino. Sin más consecuencias que tener que dar la vuelta para aterrizar donde debía y todo gracias al piloto automático.
Para que os quedéis "tranquilos" el piloto era el único ocupante del Piper PA–31 Navajo Chieftain de Vortex Air, un avión bimotor utilizado en aviación civil para el traslado de pocas personas o cargas ligeras. Y el sueñecito se lo echó con el piloto automático puesto.
El pequeño desvío en cuestión fueron unos 46 kilómetros más allá de la pequeña isla australiana de King, en la que tenía que haber aterrizado. Tras insistentes llamadas de los técnicos de la torre de control, que vieron sorprendidos cómo se pasaba de largo, el piloto despertó y pudo dar la vuelta para aterrizar sin ningún problema. Vortex Air ofrece vuelos charter a pequeña escala entre destinos pertenecientes a Australia y no hay datos de incidentes similares, siendo una compañía muy valorada.
La compañía emitió hoy un comunicado explicando cómo se produjo el incidente e intentando aclarar la loca situación. El piloto, cuyo nombre no se ha revelado, volvía de un período de baja debido a un asunto personal y era apto para el vuelo, aunque algunas fuentes citan que el piloto podía haber acudido casi sin dormir a este servicio. Una vez evaluado continuó volando ese mismo día a pesar del incidente. Desde luego quedará como una anécdota digna de una película cómica pero se abre el debate de qué ocurriría si este fuera un vuelo comercial lleno de pasajeros en una ruta muy transitada. Ahí está siempre el apoyo del copiloto, entendemos, pero ¿lo veis posible?
Imágenes | Vortex Air