El valle de la Quebrada de Humahuaca , el la provincia argentina de Jujuy, representa un itinerario paisajístico y cultural con más de diez mil años de antigüedad. Goza de una extensión de 155 kilómetros que abarcan parte del noroeste argentino. Las distintas etnias aborígenes que habitaron la zona y la riqueza de minerales que forman distintas tonalidades en sus sierras han merecido que la UNESCO verse sus ojos hacía ella y la declare Patrimonio de la Humanidad.
Pues bien. Resulta que los tilcareños se han levantado en masa y salieron a las calles para manifestarse en contra de la UNESCO. Desde aquí me levanto y les hago una ola ovacional a la salud de sus convicciones, de su amor por la tierra y por ese par de esferas peludas que demuestran tener y, por cierto, bien puestas.
De todos es conocido los cambios que se originan a raíz de que la UNESCO fije un lugar como Patrimonio de la Humanidad. Siempre pensamos que al fin y al cabo es para bien del lugar y a través de su nominación la economía de la zona se beneficiará y, con los controles de sostenibilidad y ecológicos debidos, la zona no sufrirá de cambios irreversibles. No obstante, las masas turísticas acechan, los complejos turísticos y hoteleros brotan como setas, la especulación se pone a la orden del día. Al final la vida tranquila de pueblo desaparece y uno cree estar viviendo en un decorado.
Vuelo a levantarme y dedico una nueva ola a los tilcareños.
Vía | The Tilcallrajta Herald