Hace unos días la Primera Dama de los Estados Unidos (Mrs.Laura Bush) viajó a Afganistan para visitar a las tropas que su marido envía regularmente de excursión por el mundo.
La señora tuvo que subirse a un gigantesco Hércules cuyo interior está preparado para llevar tropas, cargas enormes y demás, pero muy lejos de los lujos acostumbrados de una First Lady.
Para acondicionar el avión y hacerle el viaje más cómodo, plantaron en la mitad del Hércules una caravana Airstream. Todo un clásico que preserva la fabricación artesanal siguiendo la línea original de las primeras caravanas y que le ha granjeado a la marca un sinfín de fanáticos y seguidores en todos los continentes.
El hecho es que la señora Bush viajó instalada en un modelo Airstream cuyo interior parece haber sido decorado en la década de los años 70, de terrible mal gusto y anticuado. Bueno, lo del mal gusto ya lo sabíamos.