Antes de la guerra (ocupacion, invasión) , Irak contaba con atractivos turísticos de alto nivel tanto para le mercado de Medio Oriente como para el mundo entero. La ciudad de Bagdad en sí misma era (que triste hablar en pasado) muy bella y visitada.
¿Habrá llegado el momento de reconstruir ese patrimonio y hacerlo accesible nuevamente ? Así parecen pensarlo las autoridades iraquíes ya que, gracias al aporte de fondos kuwaitíes se pudo inaugurar este domingo un nuevo aeropuerto en la ciudad santa de Najaf, 160 km al sur de la capital.
El aeropuerto es crucial para los centenares de miles de peregrinos chiítas, principalmente del vecino país de Irán, que acuden a visitar los santuarios chiítas de Najaf y Karbala.
Se estima que 9 millones de peregrinos se acercan hasta aquí cada año para visitar, especialmente, la mezquita del Iman Ali, el yerno de Mahoma.
Recuerdo que el 29 de noviembre del 2003, un coche bomba estalla junto a una mezquita en Najaf y mata a ochenta y tres personas, entre ellas el ayatola Mohamed Al-Hakim. A partir de allí una sucesión de enfrentamientos entre chiítas y suníes desata una sinrazón de sangre y destrucción. Hasta hoy.
Por más que inauguren un aeropuerto nuevo, y las autoridades se esfuercen por generar las condiciones para ganar turistas, ¿me están pidiendo que viaje a Najaf ?
Por ahora, seguirá siendo un destino religioso para aquellos cuya fe les guíe hacia allí a pesar de los riesgos.
Básicamente, lo que puede impulsar el turismo para disfrutar de las bellezas que queden después de tanta guerra y de la cultura (también diezmada), no son aeropuertos, ni carreteras, ni hoteles que sólo se podrán utilizar con custodia, supongo.
Lo que puede impulsar el turismo es la paz. ¿Qué quedará para entonces de la bella Babilonia ?