Es el sueño de muchos alcanzar ese destino lejano y aparentemente inaccesible. Fue el sueño, durante más de 15 años, de Juan Kestelboim y Mariano Rabinstein, dos argentinos que jamás dejaron de pensar en que, después de todo, llegar a la Antártida y conocer el continente blanco no era una idea tan descabellada. Claro que les llevó todo ese tiempo hacer que el sueño se convirtiese en realidad. Claro que tampoco fueron los primeros en soñar con el “fin del mundo”, ya que la travesía de un grupo de australianos y la Moon-Regan Trans Antarctic Expedition, son algunos ejemplos.
Así, luego de golpear puertas que no se abrían y de invertir dinero y tiempo, finalmente lograron que la Dirección Nacional del Antártico (DNA)escuchara su proyecto llamado Antártida Abierta y les brindara todo su apoyo. El mismo consiste en recorrer las 13 bases antárticas que posee la argentina y mostrar al mundo lo que allí sucede, cómo se trabaja y la vida de los hombres que conviven con temperaturas bajo cero.
De esta forma, para lograr dar a conocer sus experiencias, el recorrido y la hermosa Antártida como si se estuviese allí, Kestelboim y Rabinstein apelaron a las herramientas que la web 2.0 tiene para ofrecer. Es así que abrieron el blog Antártida Abierta, un grupo en Facebook, un álbum en Flickr, una cuenta en Twitter, y hasta You Tube diseñó un canal especial para la campaña antártica. Será de esta manera que el resto del mundo podrá seguir la travesía de estos dos hombres a través de sus textos, sus comentarios, sus fotografías y vídeos e, incluso, interactuar con ellos y dejarles mensajes.
Un esfuerzo conjunto de los hombres con la DNA. Un esfuerzo que puso en sus maletas, para lograr dar a conocer la experiencias, un teléfono y un módem satelital, dos GPS, dos portátiles, dos cámaras de fotográficas y dos videocámaras, además del equipamiento y la ropa necesaria como para sorportar los 15 grados bajo cero que se presentan durante esta época del año en la Antártida.
Marzo es la fecha de regreso. Entre cuatro y seis semanas el tiempo que llevará la expedición. Dos hombres y el continente blanco unidos al mundo por la web 2.0.
Vía | Clarín