Parece que lo de inocente hasta que se demuestre lo contrario está condenado no sólo a perder vigencia cuando viajes a ciertos países, sino que será justo al contrario y seremos todos sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
Primero fue Japón, que desde hace ya unos días toma las huellas dactilares y la fotografía de todos los turistas que entran en dicho país con la excusa de reforzar la seguridad nacional y luchar contra el terrorismo, y pasando a formar parte de un archivo de investigación criminal que será contrastado con la base de datos de Interpol, el FBI y otros organismos para comprobar si hay coincidencias.
Y ahora le toca el turno a los Estados Unidos, que se han empeñado en hacer cada vez más (todavía) molesto para los extranjeros visitar el país. Y es que a partir de marzo de 2008 se les exigirá escanear las diez huellas dactilares. A partir de dicha fecha, los extranjeros que entren en el país a través de los aeropuertos de Boston, Chicago (O´Hare), Detroit, Atlanta, Miami, New York (JFK), Houston (Intercontinental), Orlando y San Francisco deberán dejar sus huellas (todas) en dicho país norteamericano, si bien ya está siendo probado en el aeropuerto de Virginia. Se trata de una de las fases más esperadas del plan de seguridad puesto en marcha en 2004 a raíz de los atentados del 11 de septiembre y que pretende reunir información biométrica de los extranjeros que visitan el país con el fin de controlar quién visita el país.
Las principales protestas y preocupaciones de aquellos grupos que defienden el derecho a la intimidad de los individuos son las habituales en estos casos: cómo se utilizarán los datos, quién tendrá acceso a ellos... y las respuestas son también las mismas.
Vía | Gadling En Diario del Viajero | Todos los turistas sospechosos en Japón