Estos días ha surgido una singular polémica en el Reino Unido por un artículo publicado por la revista Holiday Which?. En él se denunciaban las enormes diferencias de precio existentes entre los productos online y las ofertas de los catálogos.
Para ello compararon los precios de los cuatro mayores touroperadores del Reino Unido: First Choice, My Travel, Thomas Cook y Thomson. Y descubrieron que, por ejemplo, para un viaje a Mallorca de dos adultos y un niño en julio de 2007, el precio online era unos 700 euros más barato que lo que ponía el catálogo del mismo touroperador.
La Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA) se ha apresurado a negarlo todo y achacar esas diferencias a que los folletos no incluyen todos los servicios que se pueden evitar, disminuyendo entonces el precio, y a que los catálogos se imprimen con varios meses de antelación y sus precios son variables dependiendo de la oferta y la demanda.
Pero, cuando usted va a una agencia de viajes a contratar sus vacaciones, ¿no le dan por válido el precio del catálogo? A mi por lo menos nunca me han dicho: aquí pone 1000 euros, pero ese era el precio de hace unos meses cuando se imprimió el catálogo, ahora cuesta 700. ¿Ustedes que opinan? Yo creo que nos toman el pelo.
Vía | Hosteltur