Para muchos, uno de los recuerdos más preciados cuando viajan es, sin duda, la comida. Más allá de los tradicionales imanes de nevera, las tazas decorativas o las postales que solemos encontrar en cada destino, lo que verdaderamente nos conquista es la posibilidad de llevar a casa esos sabores únicos que descubrimos en el camino. No hay mayor satisfacción que revivir las experiencias de un viaje a través del paladar, disfrutando de productos locales que capturan la esencia del lugar.
Y, por supuesto, si visitas uno de los pueblos más reconocidos por la calidad de sus carnes y embutidos, la elección de qué llevar como recuerdo está clara. En este caso, el souvenir en cuestión puede ser mucho más significativo y placentero que cualquier otro tipo de recuerdo material.
Esto lo ha demostrado la historia que hay detrás de una foto compartida por @nicolay38 en su perfil de Twitter. Imagen que rápidamente se convirtió en una de las más virales de las última semana por todo lo que hay detrás de este singular regalo que le hicieron en Candelario, uno de los mejores pueblos de Salamanca para comprar carne y embutidos.
He entrado en Candelario a comprar viandas en una carnicería y como no nos hemos llevado casi nada 🙄 nos han regalado ESTA GENIALIDAD 😍 pic.twitter.com/2K8ZWm7OkQ
— TITO KIM 🇰🇵 (@nicolay38) September 19, 2024
Pancetamol, el regalo viral que ha puesto en el mapa un pueblo con las mejores carnes de España
Y es que la historia de Candelario y sus carnes se remonta a los tiempos de Carlos IV, quien, tras una jornada de caza, degustó los embutidos elaborados por José Rico, un destacado charcutero de Candelario. Esto impulsó la distribución de estos productos en la Corte, consolidando la reputación de los embutidos de la localidad.
La carne, ampliamente reconocida por su calidad, es parte importante de su cultura serrana. De hecho el municipio forma parte de la zona reconocida por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la carne de vacuno conocida como "Carne de Ávila".
Por eso es uno de los destinos predilectos para quienes buscan productos cárnicos de alta categoría, ya que sus expendios ofrecen cortes que, o bien son muy costosos, o cuya calidad es difícil de encontrar en otros puntos del país.
Sin embargo, este precioso pueblo es mucho más que las delicias gastronómicas de las que presume. Sus calles empedradas, balcones adornados con flores y casas que conservan una arquitectura tradicional, ofrecen uno de esos lugares donde parece que el tiempo se ha detenido.
Además de su belleza natural, cuenta con un patrimonio monumental que refleja su historia y tradiciones. Uno de los principales puntos de interés es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un templo en el que se mezclan diferentes estilos arquitectónicos (mudéjar, barroco, románico y gótico), y que alberga en su interior impresionantes tallas barrocas y un notable retablo mayor. Sus siglos de historia la convierten en un testimonio vivo del pasado religioso del pueblo.
A poca distancia, también se pueden encontrar los antiguos lavaderos públicos, un elemento distintivo del municipio, que permite conocer cómo era la vida cotidiana en tiempos pasados, cuando los vecinos acudían a lavar sus prendas en estas estructuras al aire libre, protegidas por típicos tejados a dos aguas.
Otro lugar de gran interés es el Museo de la Casa Chacinera, una vivienda tradicional que ha sido transformada en museo y que permite a los visitantes adentrarse en la vida y la cultura de los antiguos choriceros, los productores que hicieron famoso al pueblo, y en el cual se combinaba el espacio en el que vivía la familia con el sitio en el que se elaboraban los embutidos.
A través de su arquitectura típica, con balcones de madera y chimeneas serranas, y los objetos que alberga, se puede comprender la importancia de la producción de embutidos en la historia de Candelario. Estos monumentos, junto a las características calles empedradas y sus populares regaderas, hacen de la villa un destino ideal para quienes buscan conectar con el pasado y el patrimonio cultural de la región.
Este pintoresco pueblo también es ideal para los amantes del turismo rural y el senderismo, ya que está rodeado de naturaleza. Caminando por sus rutas se puede disfrutar de vistas panorámicas espectaculares gracias a su cercanía a la Sierra de Béjar. Sin duda, un lugar que más que un destino para comprar carne de calidad, es una joya del patrimonio español que merece ser descubierta.