Hace un mes les contábamos que un grupo de activistas tibetanos habían protagonizado una protesta en el Everest contra la decisión China de incluir su cumbre entre los lugares por los que va a pasar la antorcha olímpica de los Juegos de 2008.
Pues bien, resulta que para que la antorcha llegue al Everest de manera sencilla para los atletas que la portan no se les ha ocurrido otra cosa que construir una carretera.
Dicha carretera, unos 108 kilómetros de pavimento asfaltado, llegará hasta el campamento base del Everest. Según las autoridades chinas, una vez cumplido su cometido olímpico, servirá también para facilitar la llegada del creciente turismo a la base de la montaña más alta del mundo.
¿Qué será lo próximo que se les ocurra? ¿Un ascensor hasta la cima? ¿Un restaurante de comida rápida colgado a medio camino para los escaladores? Ya puestos, yo voto por una escalera mecánica gigante que nos permitiría disfrutar mejor de las vistas.
Vía | BBC