Seguro que habéis visto la imagen de un señor presidente de una compañía aérea haciendo aspavientos, muecas y abrazado a una bandera española mientras posa junto a una maqueta de un avión. Se trata del presidente de Ryanair, que de este particular modo anuncia que su compañía continuará cancelando reservas de agencias virtuales.
Coincido plenamente con la perspectiva de nuestra compañera Mª Victoria cuando comentaba que esta cancelación le parecía un maltrato al pasajero y una muy mala medida para encauzar su modo de venta hacia la exclusividad.
Además, ahora el presidente de Ryanair, Michael O'Leary, admite "parcialmente" de esa bufonesca manera que toda esta acción suponga una campaña de marketing para derivar las ventas a su web.
Me pregunto, ¿cómo pretende que a continuación, y de esa guisa, nos creamos que en realidad el objetivo es "defender al cliente"? Que me muestren que comprando en su página es más barato de otro modo, no dejándome en tierra ni bailando envuelto en una bandera española haciendo muecas.
A mí sinceramente me parece todo un espectáculo bochornoso y al final la sensación que me queda es que toman el pelo a los consumidores.
En fin, curiosa política la de la compañía que siempre nos sorprende con campañas publicitarias más o menos camufladas y que hacen mucho ruido. Pero esta vez sin duda han traspasado el límite de la seriedad mediante el teatrillo del personaje en la rueda de prensa y, sobre todo, han traspasado el límite de la confianza de muchos usuarios.
Yo nunca he volado con Ryanair, y casi nunca he comprado un billete a través de un intermediario, pero desde luego nunca volaré con ellos, también por el rechazo que me produce su página web estridente, desfasada y plagada de publicidad. Lo siento, por muy baratos que sean, no me ofrecen la confianza de volar con ellos, más ahora que a su patética web se une la patética imagen de su presidente.
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