Hoy miraba por televisión un avión en emergencia en el aeropuerto de Houston. Se trataba de un vuelo de Southwest Airlines que apenas tocar tierra, vió como parte de su tren de aterrizaje se incendiaba.
En el vídeo que traemos puede verse todo el desarrollo de la situación: desde la aproximación a la pista hasta cuando todo parece haber terminado (bien).
Se ve claramente la acción de los bomberos del aeropuerto y la evacuación de los pasajeros usando lo toboganes inflables con que cuenta este tipo de aviones. Y es en este tema que quiero detenerme un minuto.
Hace un tiempo ya hablamos sobre cómo usar los toboganes inflables del avión en caso de emergencia como la que se le presentó a este vuelo de Southwest.
Allí contábamos que: "En caso que los auxiliares informen la necesidad de evacuar el avión, dejen todo en el asiento. Algunos aconsejan incluso sacarse los zapatos para evitar las roturas de la superficie de los toboganes, por ejemplo."
Sin embargo, en el vídeo podemos ver que muchos pasajeros se deslizan por los toboganes con objetos en las manos. Una señora se lanza por el mismo y sale caminando con su bolso perfectamente colgado del brazo. Otro señor, tiene la precaución de arrojar su maletín por delante suyo y después se entretiene tratando de recoger los papeles que se le han volado.
En todos los casos, los pasajeros no intentan alejarse mucho del aparato que, no olvidemos, tiene fuego del otro lado de su fuselaje. Me pregunto por qué tendrán esa actitud tan serena.
Si yo viera que hay fuego debajo de un ala, y me evacuaran por los toboganes inflables, creo que saldría corriendo para alejarme del aparato y no me preocuparía por llevar conmigo el bolso o la revista que estaba leyendo.