Hace unas semanas os contaba que un juzgado consideraba nula la obligación que Ryanair impone a sus pasajeros de llevar impresa la tarjeta de embarque, imponiendo la aerolínea una multa de hasta 40 euros al pasajero que no llevara la tarjeta.
Pero no es Ryanair la única compañía que impone cláusulas abusivas de este tipo, por eso me alegra esta nueva noticia: Andalucía multará con hasta 30.000 euros a la aerolínea que cobre por imprimir la tarjeta de embarque.
Este cobro se considera una cláusula abusiva, ya que la normativa de Navegación Aérea obliga a las aerolíneas a expedir el billete al pasajero de manera gratuita, documento que es el único que da derecho al transporte, según ha informado la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud.
De acuerdo a la ley, este servicio está incluido en la propia reserva del vuelo y no supone la prestación de ningún servicio adicional o diferente al propio transporte del pasajero, por lo que su cobro resulta abusivo, precisa Consumo.
Tras contastar esta práctica y diversas denuncias de pasajeros, el Gobierno andaluz realiza una inspección para que no se cometan estos abusos.
No me vale decir que qué mal, que entonces las low-cost no tendrán precios tan buenos, porque partimos de la base de que hacen algo ilegal que va en contra de los derechos de los pasajeros. Si nos fuéramos saltando las normas para conseguir precios más baratos, mal nos iría.
Tampoco me vale decir que aunque las compañías indiquen en sus webs que cobrarán por cobrar la tarjeta de embarque luego realmente no se hace efectivo, porque vemos que las denuncias, no de uno sino de cada vez más pasajeros, indican que no es así.
Los inspectores están revisando las páginas web, los mostradores de facturación y los de información y venta de billetes de 54 aerolíneas sobre las que pesan reclamaciones de los consumidores en Andalucía, 31 de ellas de bajo coste.
En la campaña anterior, siete de cada diez compañías presentaron incumplimientos, entre otras cuestiones, por no suministrar la información adecuada y por incluir cláusulas abusivas como reservarse el derecho de poder subir las tasas o el precio del vuelo incluso una vez emitido el billete.
De modo que, repito, estos casos no son aislados y no corresponden a una sola aerolínea, por ello me alegro de que se paren los pies a las compañías que cometen estas prácticas abusivas, y os animo a reclamar si consideráis que no os han tratado justamente a la hora de comprar el billete o subir al avión.
Vía | Hosteltur
Foto | Flickr de nafra cendrers
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