Hasta ahora, en Europa, una compañía aérea no estaba obligada a indemnizar a los pasajeros si se producía, por ejemplo, la cancelación de un vuelo debido a problemas técnicos. Pero según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, esto ya ha dejado de ser así.
Hasta el momento, los "problemas técnicos" eran un cajón de sastre donde las aerolíneas lo incluían todo, pero a partir de ahora solo se podrán catalogar como problema técnico susceptible de exonerar una indemnización aquellos "derivados en particular de vicios ocultos de fabricación que afecten a la seguridad de los vuelos, o de actos de sabotaje o terrorismo".
Así pues, que haya un mal funcionamiento en una aeronave durante su uso normal no se puede considerar como una "circunstancia extraordinaria", aunque sea el fallo de alguna pieza antes de que esta haya superado su plazo de vida útil.
La sentencia responde a una consulta prejudicial del Tribunal de Ámsterdam por el caso de una pasajera de la aerolínea KLM que sufrió un retraso de 29 horas en un vuelo entre la ciudad holandesa y Quito. Tal y como se lee en la nota de prensa que cita la sentencia que ha sentado jurisprudencia:
Por tanto, en el contexto de la actividad del transportista aéreo ese suceso inesperado es inherente al ejercicio normal de su actividad, en la que el transportista hace frente con frecuencia a ese tipo de problemas técnicos imprevistos. Por otro lado, la prevención de es e tipo de avería o la reparación que ésta requiere, incluida la sustitución de una pieza prematuramente defectuosa, no escapan al control efectivo del transportista aéreo interesado ya que a éste le corresponde garantizar el mantenimiento y el buen funcionamiento de las aeronaves que explota para sus actividades económicas.
Estas compensaciones van de los 250 a los 600 euros en función de la distancia del vuelo, y siempre que el retraso sea superior a las tres horas.
Vía | Microsiervos
Imagen | emrank