Hace unos días tuve ocasión de hacer un viaje en el tiempo. Un viaje al período calcolítico, --hace unos 4.600 años-- y visitar un monumento funerario conocido como el Sepulcro de Huerta Montero. Esta construcción es muy interesante ya que consiste en un área circular situada bajo un túmulo, en el que se produjeron los enterramientos.
El Sepulcro se descubrió a mediados del siglo pasado en las afueras de Almendralejo, en la provincia de Badajoz e inmediatamente, se encargó la obra de descubrirlo a un equipo de arqueólogos, que encontraron 35 cuerpos así como numerosos enseres y ajuar funerario.
En su momento, se construyó escavando el suelo calizo o caleño. Para fijar el suelo se utilizaban una especie de piscinas o graveras en las que se elaboraba la argamasa para fijar las piedras como si fuera cemento.
Esta sepultura tiene varias secciones. Una rampa de acceso techada, termina en una falsa bóveda bajo la cual está el area circular de casi 5 m de diámetro donde se encontraron los más de 100 cuerpos que han aparecido.
La antigüedad, según las pruebas del carbono 14 se ha estimado en más de 4500 años, siendo un lugar de enterramientos colectivos. Según se ha ido estudiando, la tumba era un lugar tanto de enterramiento como de oración a los mitos y divinidades de la edad del bronce en que está datada.
Como dato curioso, es muy interesante hacer la visita guiada en la que no solo nos explican cómo se hizo la construcción sino las funciones que tenía. Es muy interesante ver la alineación de la tumba, orientada de forma que el sol entra por la entrada el día del solsticio de invierno, lo que indica que probablemente en este sepulcro se realizarían ofrendas al sol o algunos ritos similares.
La luz del sol de ese día del solsticio de invierno recorre la rampa de acceso e ilumina la cámara circular ofreciendo al visitante un espectáculo emocionante. Esto se simula con unos focos si se visita en otra época del año, como podéis ver en alguna de las fotos de este post.
En su día, sobre la rampa de acceso y sobre la cámara circular, había unas losas cubriendo el espacio, con forma de dólmen y sobre el "techo" se apilaban tierras formando un túmulo o falso monte que protegía el espacio.
En la actualidad, el sepulcro está escavado y a la vista, y unos estupendos paneles informativos ayudan al visitante a entender el momumento funerario y su origen. Es una visita altamente recomendable que podéis solicitar en la oficina de turismo de Almendralejo cuando realicéis un viaje por la zona.
La experiencia de visitar el Sepulcro de la Huerta Montero es muy interesante y las explicaciones ayudan a comprender cómo era la época, cómo se hizo el descubrimiento y la escavación y permiten hacerse una idea de cómo se usaba este monumento en la antigüedad como sepultura y lugar de oración.
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