Avdat se localiza en el desierto de Negev, y fue uno de los puntos más occidentales de una importante red comercial de los nabateos que se extiende hasta el sur de la península arábica.
Su florecimiento comenzó allá por el siglo III a.c. y se centraba en el comercio de incienso, elemento fundamental de muchos rituales de diferentes civilizaciones antiguas y actuales. En gran consumidor era Roma, que consumía grandes cantidades de incieso en sus rituales funerales.
Las extensas ruinas incluyen casas y una acrópolis con un templo nabateo. Avdat tras la caída del Imperio romano y paso a manos del Imperio bizantino. Aún podemos contemplar los restos de un campamento militar romano y una iglesia bizantina.
La iglesia tiene una planta compuesta de lápidas de mármol con epitafios todavía legibles. Al igual que en Petra, la ciudad nabatea más famoso del mundo, Avdat contaba con un sofisticado sistema de riego para la agricultura que permitió incluso el cultivo de viñedos es una región desética. Los residentes tenían agua suficiente para darse unos buenos baños.
La ciudad fue destruida por un terremoto en el siglo V y aunque fue reconstruída parcialmente un nuevo terremoto en el siglo VII remató lo que quedaba en pie.
Este sitio arqueológico que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO sufrió actos vandálicos en el año 2009 y finalmente este año se finalizaó su restauración por parte de un buen equipo de arqueólogos que destacan el excelente trabajo realizado.
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