Como aficionada a la buena mesa y en particular a la comida italiana, sin duda estos museos dedicados a la comida en Parma, agluitinados con la denominación de “Musei del cibo”, me atraerían con su aroma a trattoria para conocer un poco más sobre la tradición culinaria de la zona.
En Parma, cerca de Milán, adquieren fama diversos productos locales, como el queso, el jamón de Parma, sus salami, el vino de sus colinas, los hongos porcinos, y muchos otros productos locales. La mayoría se pueden encontrar en otras partes de Italia y, cómo no, fuera de sus fronteras en nuestros países, pero nunca será lo mismo que probarlos allí, recién “salidos del horno”.
Los museos de la comida de Parma forman parte de una zona en el que el turísmo enogastronómico está muy desarrollado, junto a determinados itinerarios del vino, del prosciutto (jamón), de los hongos…
Se trata de cuatro pequeños museos que se pueden visitar en la provincia de Parma y que nos aproximan a la historia del Queso Parmesano, del Jamón de Parma, del Tomate, y del Salame.
El Museo del queso está en Soragna, el del jamón en Langhirano, el del salame en Felino y el del pommodoro en Collecchio. Cada uno tiene sus horarios y precios particulares que podéis consultar en los enlaces.
Los precios están entre cuatro y cinco euros para los adultos, y, excepto el museo del tomate, incluyen degustación de los productos regionales.
Si tenéis previsto viajar a Parma próximamente, tal vez vuestra visita coincida con el 16 de octubre, cuando se celebra la Jornada Nacional de la Alimentación y la entrada a los cuatro museos de la comida en Parma es gratuita.
Sitio Oficial | Musei del cibo
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