Terezin es uno de esos lugares en los que no podrás hacer grandes fotos y de los que no recordarás con una sonrisa en la cara. Pero es un destino que hay que visitar, para conocer la barbarie de un campo de concentración.
Todavía se me hace un nudo en el estómago cuando recuerdo mi visita a este campo de concentración situado a 60 kilómetros al norte de Praga. A él llegarás fácilmente en un autobús que sale desde la estación Holesovice y que llega a Terezin en una hora.
Terezin no es tan imponente como Auschwitz, pero es igual de acongojante. Hablemos primero de Terezin como ciudad, porque ya de por si es imponente, gracias a tratarse de un pueblo fortificado en forma de Estrella de David. Todo el pueblo tiene aún un halo de tristeza, de saber que cosas terribles ocurrieron allí y muchos miles de personas perdieron la vida.
Cuando visité el pueblo, lo hice después de haber visitado la pequeña fortaleza que la Gestapo convirtió en campo de concentración en la 2ª Guerra Mundial. El mal cuerpo que traía, el ambiente gris del día lluvioso y ese sentimiento que se respira, hizo que Terezin pareciera un pueblo fantasma, de esos que guardan grandes memorias en sus muros.
Para entrar al campo de concentración deberás atravesar primero un camino rodeado de tumbas. Imposible no sobrecogerte desde el minuto uno de la visita. Y como si de una demostración se tratara, comienzas visitando las oficinas donde eran identificados los prisioneros.
En Terezin puedes visitar todas las estancias por las que miles de personas se hacinaban: habitaciones, celdas, barracones, patios, corredores, el crematorio e incluso un interminable túnel subterráneo que recorrían los reclusos. Es un kilómetro que se hace eterno, y angustioso.
Visitar este campo de concentración te llevará unas cuatro horas, que recordarás toda la vida.
Terezin no es uno de esos destinos que suela colarse en la agenda de los turistas que visitan Praga, pero si tienes días suficientes, te recomendamos esta escapada que no te dejará indiferente.
Más Información | Terezín
Fotos | Jose Diario del Viajero
En Diario del Viajero | El campo de concentración de Auschwitz
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