Skógafoss es una de las bellezas naturales de Islandia. Se trata de una cascada preciosa, muy caudalosa y que tiene como particularidad que se puede contemplar desde abajo y desde arriba. Preparad la cámara que las vistas son inolvidables.
Esta cascada está situada en en el sur del país y sus dimensiones la convierten en una de las más enormes de Islandia. No hace falta ser muy pasional para emocionarse con sus 60 metros de caída y sus 25 metros de ancho. A mí me dejó boquiabierto.
Además, como sucede con todas las maravillas naturales de Islandia, Skógafoss no estaba nada masificada, así que se puede contemplar y escuchar con total tranquilidad. Y digo escuchar, porque el ruido que provoca el agua al chocar con la poza es ensordecedor.
Como recomendación, os diré que antes de acercaros a Skógafoss os vistáis con un impermeable, ya que el impacto del agua contra el suelo es espectacular, aunque también os puede dejar calados.
Otro consejo es que dediquéis un buen rato a contemplarla desde lejos, ya que con una perspectiva panorámica se aprecia mucho mejor su belleza. Si tenéis suerte y algún rayo de sol se cuela en la cortina de agua podréis ver un precioso arcoiris adornando el acantilado verde.
Una ve la hayáis contemplado desde lejos, podéis subir un sendero con muchos escalones para observar la caída de agua también desde arriba. Aunque las vistas del valle son magníficas, la catarata es mucho más hermosa desde lejos.
La visita merece mucho la pena, pues ya veis que Skógafoss es una de las bellezas naturales de Islandia.
Imagen | Pau En Diario del viajero | Islandia: La cascada Seljalandsfoss desde su interior, Islandia: Gullfoss, la cascada dorada