Llívia es un pequeño enclave en el norte de Catalunya que está completamente en territorio francés. De hecho, esta localidad catalana se encuentra a cinco quilómetros de Puigcerdà, capital comarcal de La Cerdanya, en el Pirineo oriental.
Por razones históricas, Francia tuvo que renunciar a este municipio: Cuando en el año 1659 se dividió la comarca de La Cerdanya mediante el Tratado de los Pirineos, los franceses, entre otras cosas, anexionarían todos los “municipios” que estuviesen en la Cerdanya francesa. Lo que ocurrió fue que Llívia estaba considerada como “vila” y no como “municipio” y por esta razón, Francia no pudo agregarla a su reino y quedó finalmente como territorio de Catalunya.
Pero curiosidades políticas e históricas aparte, lo que sí nos interesa de esta localidad es, concretamente, una farmacia que data del siglo XV. Se trata de la “Farmacia Esteva”. Aunque ésta cerró sus puertas hace ya algunos años, finalmente ha sido reconvertida en museo, ya que se trata de la farmacia la más antigua de Europa.
Se tiene constancia de la farmacia desde el año 1594, aunque se sabe que en el siglo XV ya existía el establecimiento. En ella encontraremos un mostrador, unos recetarios, la biblioteca, y otros elementos conservados tal y como se encontraban cuando estaba en funcionamiento.
Además de los frascos de vidrio, o las destiladoras, cabe destacar una bonita y valiosa colección de cajas renacentistas con dibujos de inspiración botánica.