Estos restaurantes tienen ambientes tan extraños que no parecen restaurantes
La definición simple de restaurante sería algo parecido a "lugar donde nos sirven comida y podemos ingerirla in situ". Sin embargo, la feroz competencia entre los diferentes restaurantes han elevado esa definición hasta límites insospechados. Una tendencia que empezó a cultivarse hace ya más medio siglo empezó a convertir algunos restaurantes casi en parques temáticos.
Ahora, el modelo se ha sofisticado hasta tal punto que acudir a estos restaurantes es como introducirse en un mundo paralelo donde lo de menos es comer. A continuación, algunos de los restaurantes ambientales más singulares del mundo.
The Tonga Room
Uno de los primeros y más famosos ejemplos de restaurante multisensorial es el The Tonga Room & Hurricane Bar, que abrió en el sótano del hotel Fairmont de San Francisco en 1945.
Durante el horario de apertura, el restaurante no se limitaba a servir su carta de platos, sino que, cada media hora, se representaba una tormenta tropical espectacular con rayos y truenos simulados.
Rainforest Cafe
Este conocido restaurante londinense abrió sus puertas hace pocos años y se parece bastante a The Tonga Room: cada media hora, aproximadamente, los parroquianos se ven inmersos en el estruendo y el fulgor de una tormenta tropical. La diferencia principal estriba, quizá, en que The Tonga Room estaba dirigido a clientes adultos, y Rainforest Cafe está más bien dirigido a las familias.
Nocti Vagus
El Nocti Vagus, ubicado en Berlín, también crea un ambiente muy particular, o más bien un "no ambiente, pues aquí se apagan toda las luces y el comensal debe degustar los platos completamente a oscuras. De esta forman, dicen, se potencia más el sentido del gusto, pues se "apaga" el sentido de la vista.
El primer restaurante de este estilo se originó en Zúrich cuando un párroco ciego que solía vendar los ojos de sus invitados abrió Blindekuh en 1999.
Goji Kitchen
El Goji Kitchen & Bar del hotel Marriot Bund, de Shangái, tiene una decoración futurista que ofrece una atmósfera u otra en función del momento del día.
The Fat Duck
En este restaurante de Bray, Berkshire, Inglaterra, hay luces LED multicolores sobre cada mesa del restaurante. Las luces cambian sutilmente de color a medida que los comensales de una mesa dada avanzan en su viaje de la noche al día y a la noche siguiente en el transcurso de la comida. Los cambios de la mesa, además, se dan en momentos diferents en cada mesa, de modo que el ambiente es individualizado.
Sublimotion
Este restaurante de Ibiza está considerado el más caro de España: 1.500 euros el menú, por persona, en una única mesa de 12 comensales. El «viaje emocional» salta de 2050 a un cabaré del París de los años 40, el universo de Chaplin o el exotismo de Tailandia, hasta el punto que ya no sabes si está comiendo en pleno viaje por el espaciotiempo.
Ultraviolet
Situado en Shangái, se considera uno de los mejores restaurantes de Asia. El comedor de Ultraviolet es ascético sin decoración, sin artefactos, sin pinturas, y sin vistas. Es una sala equipada con tecnología multi-sensorial de gama alta, como proyectores de olor seco, iluminación de escenario y Realidad Virtual, proyección de 360 grados de la pared, proyectores de mesa, altavoces de haz y un sistema de altavoces multicanal. Cada plato de la carta está adornado con luces, sonidos, música y/o aromas, y mejorado con su propia atmósfera adaptada para proporcionar un contexto para el gusto del plato.
Sagaya
Este restaurante situado en Tokio se parece a Sublimotion y Ultraviolet, aunque con menos pretensiones. Todo alrededor de los comensales puede estar animado gracias a proyecciones holográficas. Por ejemplo, un pájaro pintado en un plato de cerámica es liberado del plato y puede posarse en la rama de un árbol que se ha desencadenado de un plato diferente. Es como ver una película mientras comes, y también es una inmersión total en los iconos más bellos de la historia de Japón.