Si hacemos un viaje por la región francesa de Alsacia tal vez nos interese parar en el pequeñito pueblo de Kintzheim para pasar unas horas. Se trata de un municipio de menos de 1.500 habitantes en el que apenas hay comercios (hay una panadería que hace las veces de ultramarinos, algún restaurante y poco más) pero en el que podremos hacer varias actividades.
Lo más interesante del lugar es la Volaire des Aigles, una reserva de aves ubicada en un vetusto castillo. Una vez allí, podremos pasear por el castillo y acercarnos a diferentes especies de pájaros y aves rapaces, entre los que hay águilas, cóndores, buitres o harris. Es curioso que algunas de estas aves tienen nombres españoles porque, según nos enteramos, uno de sus cuidadores es español.
En esta visita, disfrutaremos de una exhibición en la que estas aves son lanzadas al vuelo y hacen diversos juegos, y además te permiten hacerte fotos con ellas sin cobrarte más. La entrada cuesta 9,5€ para adultos y 6€ para niños, y sólo abre desde abril a mediados de noviembre.
Cerca del pueblo podremos ver otro castillo, algo mejor conservado, el Castillo de Haut-Koenigsbourg. Se desconoce cuándo fue construido exactamente aunque la primera vez que fue nombrado en un documento histórico fue en 1147. Desde lo alto de esta fortificación situada en una colina veremos unas vistas encantadoras de todos los pueblos de alrededor.
Kintzheim es conocido también como zona de viñedos y por tener una montaña en la que pueden verse monos, en un recinto privado. La ciudad importante más próxima a Kintzheim es Estrasburgo, de la que distan unos 60 kilómetros de buena autovía, pero también tenemos la frontera con Alemania a sólo media hora.
Por cierto, en Kintzheim se puede encontrar una concha que marca el Camino de Santiago, ¿serás capaz de localizarla?
En Diario del Viajero | Francia