Recuerdo que al poner los pies en la ciudad de Windsor, Inglaterra, me sorprendió encontrarme con éso: una ciudad. En el imaginario colectivo solemos reducirla a un castillo, y es bastante mas.
Para los que no hayan ido aún les cuento que es un paseo muy accesible desde la misma ciudad de Londres. Se ubica en el precioso condado de Royal Berkshire, al oeste de la capital. Es la típica zona de postal inglesa: la campiña verde, el río Támesis cruzando aquí y allá, pueblitos y ciudades históricas, bosques y senderos donde nos imaginamos los grupos de jinetes persiguiendo a un pobre zorro.
Windsor cuenta con excelentes tiendas y restaurantes, magníficos paseos y recorridos, excursiones en barco por el Támesis y en autobuses descubiertos, jardines históricos y barrios "very british. Si te interesa, hay por aquí algunos hipódromos mundialmente famosos y, por supuesto, el Castillo de Windsor.
Windsor: llegar en tren
De acuerdo a mi experiencia, no vale la pena complicarse conduciendo en Inglaterra sólo para visitar Windsor. De hecho puedes visitarla ida y vuelta en el día, alojándote en Londres. La mejor forma de llegar, para mi, es por tren.
Hay que tener en cuenta algo muy importante: Windsor tiene dos estaciones de trenes.
Windsor Central: la gente del lugar la llaman "Royal Station" (aquí casi todo el "royal"). Aquí llegan los trenes desde Londres que salen de la estación Paddington y los regionales desde Slough y el oeste del condado.
Eton Riverside: donde llegan los trenes procedentes de la estación Waterloo de Londres y de la zona sur.
El viaje mas corto y atractivo es vía Paddington. Alli tomas el tren a Slough cuyo viaje dura unos 20 minutos y entonces haces el cambio a un tren local a Windsor que sale de la Plataforma 1 (unos 15 minuto mas).
A medida que te acercas a Windsor tendrás las típicas vistas del Colegio Eaton y del Castillo de Windsor desde tu ventanilla. Lleva la cámara preparada. Otro punto interesante en la ruta del tren es justo antes de llegar a la estación: el cruce del río Támesis por el puente Bowstring del 1849.
Al llegar a la "Royal Station" detente un momento y mira a tu alrededor: la estación está justo al pie de las murallas del Castillo.
LLegar desde la estación London/Waterloo te llevará casi una hora de viaje pero hay un servicio directo cada media hora. Como llegas a la ciudad desde el este (al contrario que la ruta anterior), el castillo te quedará sobre la ventanilla del lado izquierdo (para que no te lo pierdas).
La estación Eton Riverside queda a 5 minutos del castillo y se puede llegar caminando, aunque habrá que subir la cuesta. En todos los casos el billete cuesta unas 8 libras y hay tickets ida y vuelta con algún descuento.
Información sobre trenes a Windsor.
Windor: otras formas de llegar
También puedes elegir viajar en autobús a Windsor. La línea Greenline tiene servicios directos desde Victoria en Londres a Windsor, así como a Legoland y Bracknell: líneas 701 y 702.
En Londres puedes elegir entre varias paradas, pero la de The Colonnades es muy conveniente porque es un centro comercial muy accesible para salir y llegar a él por estar ubicado justo frente a la Estación Victoria.
En Windsor puedes bajarte en Parish Church, justo al lado del Castillo, aunque el autobus sigue hasta el centroi de la ciudad y luego continúa hasta Legoland.
Información sobre autobuses a Windsor. Hay diversas tarifas, incluyendo las rainbow que van desde las 3 libras, dependiendo del horario.
¿Qué hay para ver en Windsor?
... además del Castillo, por supuesto.
Legoland: sólo para fanáticos de los muñequitos y sus juegos. Es un parque temático relativamente pequeño y aunque recomiendan pasarse el día allí, con un par de horas es suficiente, al menos que quieras subirte a las atracciones de siempre en cualquier parque de atracciones. Tienen un servicio de buses desde las estaciones de tren. La entrada cuesta 38 libras (hay precios para menores y familias) y se encuentra a escasos 15 minutos del centro. Como dije: sólo para fanáticos o si viajas con niños muy pequeños.
Paseo en barco por el río: un viaje de aproximadamente 45 minutos en estos cruceros fluviales por el Támesis cuesta 6 libras (hay tarifas para grupos familiares). Es una experiencia distinta y muy agradable. Ves la ciudad desde otro punto de vista y a un ritmo muy descansado. Puedes optar por un paseo mas largo, de dos horas hasta la campiña a través del río y hasta de un crucero de día completo.
Colegio Eton: la localidad de Eton está unida a Windsor por el puente que lleva este último nombre también, sobre el Támesis. Al recorrerla no verás diferencias entre una y otra en su estilo, sino mas bien en que el punto focal de atención aquí es el "College".
Esta institución fue fundada por el Rey Enrique VI en el 1440 para dar educación gratuita a 70 estudiantes pobres y así abrirles el camino hacia el King's College, en Cambridge. En la actualidad tiene mas de 1300 alumnos que entran después de unos examenes durísimos.
Allí se educaron a edad temprana 18 Primeros Ministros incluyendo el Duque de Wellington. Todos, desde 1850, lucen el mismo "college dress": levita negra, camisa blanca y pantalones grises de rayas.
Llegar al edificio del colegio Eton (foto) impresiona: la pulcritud de su césped parece mas propia de un campo de golf que del acceso a un colegio de adolescentes, los bancos de piedra, las puertas altísimas de maderas trabajadas. En la visita se pasa por esas típicas estancias forradas de maderas nobles, con amplias ventanas con vidrierías, la solemne biblioteca, etc. etc.
Hay visitas guiadas que duran mas o menos una hora casi todos los dias de la semana a las 2 de la tarde, pero creo que hay una mas tarde también. Siempre en inglés, exclusivamente (of course). Las entradas se venden en la taquilla de información al visitante de la ciudad de Windsor y en la tienda del college. Si no recuerdo mal, el precio es de 7 libras.
Finalmente, tenemos la visita al Castillo de Windsor. A ella le dedicaremos el espacio de un post completo para terminar de ver lo que ofrece Windsor, a un paso de Londres.
Fotos | María Victoria Rodríguez En Diario del Viajero | El cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, Castillos encantados y fantasmas