Una de las grandes rutas de peregrinación en Europa ha sido recuperada para que los viajeros de hoy puedan recorrer la Vía Francigenia que une Canterbury en Inglaterra y Roma, en Italia. Sean cual sean tus intenciones, este itinerario te brinda la posibilidad de meterte en el corazón europeo.
En el año 994, Sigeric, arzobispo de Canterbury emprendía el viaje de regreso desde Roma a su ciudad y decidió dejarlo descripto para los peregrinos que quisieran seguir sus pasos. Después de las penurias que debe haber pasado el pobre, seguramente quiso allanarle el camino a los que vendrían detrás.
La ruta se articula en función de sucesivas etapas que pasan por Canterbury, Calais, Bruay, Arras, Reims, Chalons sur Marne, Bar sur Aube, Besancon, Pontarlier, Losanna, Gran San Bernardo, Aosta, Ivrea, Santhia, Vercelli, Pavia, Piacenza, Fiorenzuola, Fidenza, Parma, Fornovo, Pontremoli, Aulla, Luni, Lucca, S.Genesio, S.Gimignano, Siena, S.Quirico, Bolsena, Viterbo, Sutri hasta llegar a Roma.
Vía Francigena se extiende por 1.700 kilómetros y en la antigüedad era la principal vía para llegar a los lugares sagrados: Roma y desde allí, embarcando desde el sur italiano hacia Jerusalén. Hoy está reconocida dentro de los Itinerarios Culturales europeos que jalonan tanto atractivos turísticos como religiosos.
Si te interesa revivir aquella epopeya (aunque en mejores condiciones), te dejamos aquí el enlace a la web de la Vía Francigena
Foto | CandyBox
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