El tristemente célebre campo de concentración de Auschwitz atrae cada año a miles de personas. Todas, deben pasar debajo del cartel que reza la terrible frase: Arbeit Macht Frei ("el trabajo les hace libres"). El pasado 18 de diciembre, ese cartel había desaparecido.
Después de una corta investigación, las autoridades polacas lo ubicaron el día 20 en una zona boscosa del norte de su país, cortado en 3 trozos.
Por lo visto los dos delincuentes que se ocuparon de llevarse el cartel de hierro, junto con sus 3 cómplices (que la tarea debe haber llevado su tiempo y esfuerzo), confesaron al ser detenidos en Cracovia que lo habían hecho siguiendo el encargo de un turista sueco, que habría visitado el campo unos meses antes.
Ahora queda investigar el fallo en la seguridad que permitió tranquilamente a 5 personas trabajar durante toda una noche para llevarse semejante cartel y, encontrar al instigador del tema.
El arco mide unos 5 metros de largo y pesa alrededor de 40 kilos. Aparentemente los ladrones lo sacaron del campo transportándolo 300 metros hasta una abertura en la muralla de cemento que rodea el campo. Esa abertura fue dejada ex profeso, por la existencia de un ejemplar de álamo que data de la época de la II Guerra Mundial y que, a su modo, queda en pie como testigo de aquellos horrores.
Un ciudadano sueco... eso dicen. ¿Qué lo habrá llevado a desear apoderarse de un símbolo tan cruel? ¿Una venganza tardía? ¿Sadismo? ¿Simple deseo de destruir?
Las autoridades intentan volver a soldar las partes del cartel para colocarlo en su lugar antes del día 27 de enero, fecha en que se recordará el 65 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz.
Vía | Wall Street Journal Foto | jellevc en Flickr En Diario del Viajero | El Museo de Auschwitz en peligro por falta de dinero