Si bien no es la intención de ningún turista hacer daño al sitio que se visita, muchas veces la gran afluencia de viajeros hace que determinados destinos comiencen a peligrar. Y así, tras estudios ambientales y una serie de trabajos de limpieza, se llegó a la conclusión de que la Capilla Sixtina del Vaticano sufre debido a la gran cantidad de viajeros que la visitan a diario.
Es que el templo recibe, anualmente, a alrededor de cuatro millones de visitantes que, sin quererlo dejan depositados en sus muros, en el suelo y en el aire en general, polvo, cabello y fibras que se convierten en un enemigo de las obras de arte que cubren cada centímetro del lugar.
Así, el director de los Museos Vaticanos, el profesor Antonio Paolucci, explicó que "entra demasiada gente y los sistemas de climatización son inadecuados", y aclaró que "si queremos conservar la Capilla Sixtina en condiciones aceptables para las próximas generaciones éste es el desafío que tenemos que ganar".
De este modo, el especialista explicó que la falta de instalaciones adecuadas para eliminar la contaminación ambiental es una de las causas que llevan al peligro de perder las hermosas obras de arte que contiene la Capilla Sixtina.
¿La buena noticia? Pues que esto, al parecer, se ha detectado a tiempo.
Vía | Clarín En Diario del Viajero | El turismo masivo deteriora la Antártida, Sistine Chapel, tour virtual por la Capilla Sixtina