Los jardines del Palais Royal fueron una de mis primeras sorpresas paseando por París, no había oído hablar de ellos y los encontré casualmente. Cada vez que vuelvo a París intento hacer un hueco para regresar a estos tranquilos jardines.
No resulta difícil, ya que se encuentran en una céntrica y concurrida zona. El Palais Royal es una construcción situada junto al Louvre (al norte, dirección Opera), emprendida por Richelieu, quien quiso hacerse un modesto palacio que pasó a manos de Luis XIII a la muerte del cardenal. A pesar de su nombre, nunca fue residencia real.
La galería de Orléans, situada entre el palacio y el jardín, fue demolida y sustituida desde hace poco por las columnas de Buren, casi siempre ocupadas por quienes desean hacerse una foto de recuerdo sobre ellas. Se hallan en la entrada desde la Plaza del Palais Royal, y datan de 1986.
Como casi cualquier construcción moderna en París, fue polémica la instalación de estas columnas ornamentales desiguales, con listas blancas y grises, en el suelo de este histórico lugar. Las columnas de Buren dominan una red subterránea de cursos de agua. He leído que si se coloca una moneda en la columna más alta, se cumple un deseo.
Me ha sorprendido conocer que el autor se plantea destruir su obra porque señala que no ha sido restaurada desde su creación y se encuentra en mal estado. Parece ser que hacia el 2011 se plantea la renovación del conjunto escultórico.
Hoy el Palais Royal es la sede del Ministerio de Cultura y no se puede visitar, pero podemos pasear por sus jardines, rodeados por los soportales, bonitos edificios que rodean por completo los jardines (de hecho, desde algunos laterales exteriores es difícil imaginar que los jardines están dentro).
Las galerías con sus arcadas y capiteles albergan tiendas de los más diversos artículos, desde medallas e insignias a pipas. Es un paseo estupendo recorrer estos escaparates bajo las arcadas y contemplar las antigüedades que muchas tiendas exponen.
El jardín, armónico y bello en cualquier época del año, combina naturaleza y fuentes con esculturas contemporáneas de Buren y de Bury. Destacan las elegantes estatuas de mármol (“Le Charmeur de Serpent”, de Adolphe Thabard, 1875, y “Le Pâtre et la Chevre”, de Paul Lemoyne, 1830).
Desde sus orígenes el jardín ha sido rediseñado en varias ocasiones, cuenta con árboles y plantas de hasta 466 especies diferentes. Un estanque central despliega sus chorros de agua en forma de abanico hacia dos extensos céspedes bordeados de macizos floridos rediseñados por el paisajista Mark Rudkin. Hay sillas salpicando el espacio donde parisinos y turistas aprovechan para sentarse a leer o a descansar disfrutrando del entorno.
El acceso a los jardines del Palais Royal es desde la place du Palais-Royal (donde pararemos a contemplar el kiosco de los Noctámbulos), rue de Montpensier, rue de Beaujolais, rue de Valois.
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