Aparte de la característica arquitectura civil de la capital holandesa, esas casas estrechas y alargadas de colores y terminaciones dispares, sobre las que hablaremos próximamente, existe otro modo de ser propietario de una vivienda en la ciudad. Las casas barcaza de Ámsterdam situadas a lo largo de los canales son otra de las imágenes características de la ciudad.
Hay más de 2500 casas barco, y en la actualidad la mayoría están registradas y son viviendas legales, tras la decisión del ayuntamiento de normalizar este tipo de vivienda. Sin embargo, aún existen viviendas ilegales que se libran de los impuestos...
Las hay de los más diversos estilos, desde las más ornamentadas con sus cuidadas entradas desde la calle y sus macetas llenas de flores, hasta las más bohemias con sus hamacas en la cubierta, o las más viejas y descuidadas. Aún se mantienen a flote algunas antiguas casas que en la actualidad están abandonadas.
Junto a algunas de estas casas encontramos atracadas pequeñas lanchas que también son usadas como medio de transporte por sus habitantes.
Son características de casi cualquier canal de la ciudad, y personalmente me ha encantado encontrarme con algunas deliciosas casas en las que se intuyen las mayores comodidades y en las que no me importaría establecerme.
Desde mi paseo en barco puede ver el museo dedicado a estas viviendas, aunque finalmente no pude visitarlo. Pero si tenéis oportunidad, puede ser interesante, sobre todo si os habéis hecho con la I Amsterdam Card, ya que la incluye entre las visitas gratuitas.
Si quisieras alojarte en una de estas viviendas, existen muchas en alquiler por precios muy diversos según las características de la barca y su situación. En prácticamente cualquier buscador de alojamiento en la capital holandesa encontrarás la posibilidad de reservar una casa barco, a partir de 200 euros la noche las más baratas.
Otra opción más económica en Ámsterdam sería compartir un barco habitado utilizando una habitación, o algunos barcos hotel, aunque por lo que he podido saber la mayoría de sus huéspedes no están demasiado contentos con la experiencia, ni con las humedades...
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