El Castillo de San Jorge ocupa una colina sobre Lisboa. Desde allí tenemos magníficas vistas de la capital portuguesa y seguramente pasaremos tiempo allí haciendo fotos preciosas. Es, también, el lugar más antiguo donde se ha encontrado presencia humana en la ciudad. El castillo se construye sobre el primer asentamiento humano que ha sido datado en la Edad de Hierro.
La Plaza Nueva del castillo ocupa un promontorio intramuros, encerrada entre las murallas del norte y del oeste junto a las Iglesia de Santa Cruz. Desde allí se domina una panorámica maravillosa de Lisboa y el estuario sobre el río Tajo, que se abren por encima de las murallas.
Desde 1996 se inician obras de excavación arqueológica en la plaza donde aparecen restos de presencia humana en ese lugar desde la Edad de Hierro, también restos medievales de la época de la ocupación musulmana y hasta del palacio construido en el siglo XV. Los objetos recogidos en la plaza se expusieron en el Museo del Castillo mientras el sitio permanecía al aire libre.
En la actualidad, el sitio está protegido por un magnífico museo cuyas líneas modernas desafían el entorno pero consiguen una perfecta amalgama. Una visita impredible a todos aquellos que se interesen por la historia pero también a los de la arquitectura.
Foto en Wallpaper En Diario del Viajero | Diez visitas imprescindibles en Lisboa