La Concatedral de San Juan, en La Valletta, es uno de esos lugares donde la palabra opulencia adquiere todo su significado.
Su humilde aspecto exterior hace que pase desapercibida y por un edificio más hasta que uno se adentra en su interior, descubriendo un despliegue de frescos, losas de mármol y maderas talladas y bañadas en oro, que puede llegar a abrumar al visitante despistado.
La Concatedral de San Juan fue construida por los Caballeros Hospitalarios como nueva iglesia para su Orden en el siglo XVI. Tiene ocho capillas, consagradas a ocho santos diferentes, que alrededor de la nave principal representan las ocho lenguas de la Orden: aragonés, italiano, alemán, portugués, francés, y diferentes dialectos de ésta última.
El suelo, por su parte, es un auténtico cementerio, ya que bajo cada losa de mármol se encuentra enterrado un Caballero Hospitalario. En total hay más de 400, y cada una de las lápidas está decorada con bellos motivos que representan momentos importantes de la vida del Caballero.
La Concatedral de San Juan esconde todavía más tesoros: si entramos en su Oratorio descubriremos dos pinturas de Caravaggio, siendo una de ellas la “Decapitación de San Juan Bautista”, una de sus obras más importantes.
La Concatedral de San Juan es una parada ineludible en nuestro viaje a Malta. Su horario de apertura es de 09:30 a 16.30 de lunes a viernes, y de 09:30 a 12:30 los sábados, permaneciendo cerrada el último día de la semana. Su precio es de 6€ para los adultos, con descuentos especiales para estudiantes y personas mayores de 65 años. Los niños entran gratis.
Imagen | Carmen Sitio Oficial | St. John's Co-Cathedral En Diario del Viajero | Malta y su legado anglosajón, Birgu: la "Città Vittoriosa" de Malta