La iglesia románica de Moster y los encantos de las construcciones vikingas
Después de hablaros últimamente de algunas maravillosas iglesias y catedrales de estilo románico y de otras de estilo barroco en nuestro país, hoy quiero hablaros de la Iglesia de Moster, la primera iglesia cristiana que se erigió en el reino de los vikingos, en la que podemos quedar fascinados con la belleza de las tallas y maderas policromadas.
Se trata de un pequeño y humilde recinto, lleno de historia, ya que allí fue donde los reyes vikingos se convirtieron al cristianismo y convirtieron a su pueblo a esta religión, abandonando a las clásicas deidades que tenían hasta entonces. Además del cambio de dioses, suponía un nuevo planteamiento ético que no permitía tener varias mujeres entre otras costumbres.
La Iglesia de Moster
Situada relativamente cerca de Stavanger, donde podemos hacer la excursión para ver el púlpito de Preikestolen desde el fiordo, merece la pena acercarse a visitar este punto cargado de historia. Tras convertirse a la fe cristiana, esta fue la primera iglesia que se erigía para los seguidores de esta religión, en territorio vikingo.
Una gran piedra situada junto a la entrada de la Iglesia, muestra el lugar donde el Rey vikingo Olaf Trygvason se subió en el año 995 para comunicar a su pueblo que desde entonces abrazaban la fe cristiana, renunciando a sus míticos dioses Thor, Odin y el malvado Loki.
La iglesia románica de Moster
La iglesia vieja de Moster es una construcción de estilo románico en Noruega. Puedes visitarla si visitas el pueblo de Mosterhamn, en la isla de Moster. Aunque no se sabe la fecha exacta de la construcción de la actual iglesia, se ha datado su construcción en la parte final del siglo XI.
La iglesia, es una pequeña nave rectangular, que apenas aparenta ser más que una pequeña ermita, pero ostenta el orgullo de haber sido la primera iglesia cristiana en el reino de Noruega. En el interior, dos filas de bancos, enmarcados en madera policromada, nos conducen hasta el altar.
Salvo el altar con su pequeño retablo y un precioso púlpito desde el que los párrocos desarrollarían sus sermones y homilías en el interior de la Iglesia de Moster, en la parte exterior apenas hay símbolos que nos hagan ver que estamos en un edificio religioso
Merece la pena detenerse a contemplar las policromías de las maderas, los restos de las pinturas románicas que quedan en las paredes y los pequeños detalles de todo el mobiliario de este templo, que refleja la austeridad de la época.
Actualmente, esta Iglesia de Moster ya no ofrece culto, pero puede visitarse con explicación de un guía, o incluso reservarse si se quiere para alguna celebración religiosa especial, tipo boda, aniversario o similar.
Los alrededores de la Iglesia de Moster
Rodeando la iglesia, encontramos un cementerio o camposanto de tumbas con las lápidas sobre el césped. En la parte de la entrada, por el otro lado del cementerio, se encuentran unos monumentos dedicados a los reyes vikingos Olaf Trygvason y Olaf Haraldsson, que iniciaron la tradición cristiana para ellos y para su pueblo.
Muy cerca, cruzando la carretera podemos acercarnos a un impresionante auditorio que aprovecha una gruta natural, en el que de vez en cuando se organizan obras y podemos ver representaciones, que cuenta también con un pequeño Museo para poder hacernos una idea de como era la vida de los vikingos en los años de inicio del cristianismo.
Tras la visita, en el mismo recinto del Museo y el auditorio, podemos recuperar fuerzas y disfrutar de un pequeño restaurante con productos ecológicos y naturales, si nos apetece comer algo tradicional y sencillo.
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Imágenes | Pakus y Kvikanes